La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado, MUFACE, vive momentos en los que se enfrenta a desafíos significativos debido a la actitud de las aseguradoras.
Adeslas, una de las aseguradoras más grandes que participa en el sistema, ha decidido no presentarse en la nueva licitación. La empresa asegura que ha tenido pérdidas económicas estimadas en 250 millones de euros. Por lo tanto, ya no es rentable el negocio.
Por su parte, las aseguradoras Asisa y DKV también han decidido retirarse del sistema. Esto complica aún más la situación. Si no se logra una solución rápidamente, la sanidad y la mutualidad de un millón y medio de funcionarios parece acercarse cada vez más a su final.
La incertidumbre crece, y muchos han optado por la Seguridad Social y el servicio público. Pero esta opción no es la solución, porque la sanidad pública no está en condiciones de absorber y de hacerse cargo de toda la masa de usuarios del MUFACE.
Unipromel propone una estrategia para reorganizar el sistema
La Unión Médica Profesional, Unipromel, que representa a los médicos autónomos de la sanidad privada, se ha implicado con el problema, que impacta en sus integrantes.
Ha preparado su propia propuesta de solución al problema que enfrenta el MUFACE, que se basa en la retiradas de las aseguradoras. La organización propone quitar de en medio a las aseguradoras y dejarlas fuera del sistema.
Después de todo, estas empresas con intermediarias entre el usuario del sistema y los médicos. Eliminadas las aseguradoras, el gobierno pactaría directamente con los médicos.
Si las aseguradoras ya no participan del MUFACE, el sistema se simplificaría y hasta se lograría un precio bastante más accesible.
¿Cómo sería el nuevo sistema de Muface-Directo propuesto por Unipromel?
El estado contrataría y pagaría directamente a los profesionales. Eliminadas las aseguradoras se evita la triangulación, que implica costes. En esta relación bilateral entre el estado y los profesionales se respetan el requisito del control y supervisión públicos, dispuestos en la normativa.
El presidente de Unipromel, Ignacio Guerrero, ha manifestado que las aseguradoras no aportan valor a la prestación en sí misma. Son empresas, y por lo tanto se mueven por sus beneficios, como privados.
En el nuevo sistema, que se ha denominado Muface-Directo, los médicos y los centros hospitalarios serían protagonistas. Se incluirían directamente en el sistema y ya no serían necesarias las aseguradoras.
La organización de profesionales de la salud estima que el nuevo modelo permitiría incorporar a unos 40.000 médicos y 600 hospitales al Muface-Directo. Mejoraría la atención al usuario y la eficiencia del sistema.
Con este formato, Muface continuaría cumpliendo su función que es prioritaria en la sanidad. Por su parte, Unipromel considera que el sistema sería sustentable y que se terminarían los riesgos de desaparición.
¿Qué dice el gobierno?
El gobierno se encuentra entre la espada y la pared. Si no encuentra una solución, 1.5 millones de funcionarios quedarían sin asistencia médica. El sistema público colapsaría.
Aparentemente, la propuesta de Unipromel no entra dentro de los planes gubernamentales. Se ha propuesto firmemente retener a las aseguradoras y captar a otras que no pertenecían al sistema. Esos son los objetivos prioritarios del gobierno de Pedro Sánchez.
Hace cuentas y más cuentas intentando encontrar recursos para revivir un sistema que está a punto de morir. Una de las posibilidades ha sido proponer una oferta más elevada que la última que se realizó a las empresas de seguros.
La nueva propuesta del gobierno plantea un incremento del 27% el primer año, el 5,6% el segundo y del 4,5% en 2027. Esto implicaría 1.800 millones más que saldrían de las arcas del estado.
Si esta nueva propuesta no es aceptada por las aseguradoras, el problema será grande tanto para el sistema público como para el privado. Y si resulta aceptada, habría que ver de dónde salen esos dineros.
