Las monedas están tan presentes en la vida cotidiana que hasta parecen naturales, y dan la impresión de siempre haber estado ahí. En la práctica, obviamente se trata de una invención humana que transformó las sociedades donde surgió y eventualmente cambió el modo como se relacionan los humanos en todo el mundo. La aparición de las monedas acabó con la práctica del trueque, el intercambio de diferentes productos con valores más o menos similares, facilitó la expansión de los mercados, y la forma como se acumulaba o distribuía la riqueza en las naciones. Por otro lado, el poder de las monedas reflejaba el poder político, militar y económico de las naciones que las emitían.
Se cree que las primeras monedas se acuñaron hace casi 3.000 años, en Lidia (actual Turquía) y Asiria (actual Irak). En gran parte el valor de estas monedas antiguas se debía a los metales que se utilizaban en su composición, que era lo que las hacía valiosas y legítimas incluso fuera de los países o imperios donde se fabricaron. Parte de ese valor “físico” sobrevive en las llamadas monedas conmemorativas, que los Estados acuñan para celebrar o recordar diferentes eventos, y que no están pensadas para circular sino para ser adquiridas por coleccionistas, como es el caso de una moneda de 7,5 euros que puso en circulación el año pasado el Banco de Portugal.
Una moneda de 7,5 euros que podría costar 12 y valer mucho más
Las monedas generalmente tienen valores enteros: 1, 2, 5 o 10, y en el caso de los céntimos de euro se incluye monedas de 20 y 50 céntimos, aunque en otras divisas existen también las de 25 céntimos. Lo que hace inusual a esta nueva moneda acuñada en Portugal es que su valor nominal será de 7,5 euros, aunque ya antes de salir al mercado se sabía que iba a costar mucho más.
Sin embargo, no se trata de la primera moneda de esta clase y con este valor acuñada en la Casa de la Moneda de Portugal, que ya en 2022 acuñó 50.000 ejemplares de una moneda de 7,5 euros para conmemorar los 500 años del primer viaje alrededor del mundo, realizado por Fernando de Magallanes, cuyo nombre era “Conclusión 1522”. En 2023 se hizo otra moneda con el mismo valor, y de la que se imprimieron 30.000 ejemplares, la “Literacia dos Mares”, para conmemorar los 125 años del Acuario Vasco de Gama.
“Capitales Iberoamericanas, Lisboa”
La moneda lleva en el anverso el escudo de Portugal en el centro, y alrededor el nombre del país, el año de emisión y el valor de la moneda. Rodeando el escudo de Portugal están los escudos de los 8 países que participan en la serie de capitales: Argentina, Ecuador, España, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y Portugal. En el reverso destaca la imagen del ascensor de Bica en Lisboa, y alrededor se puede leer: “XIII Serie”, “Capitaes Ibero-Americanas”, “Casa da Moedas-H. Castans” y “Lisboa”.
Se trata de una edición de 25.000 ejemplares que inicialmente solo se podía adquirir en el Banco de Portugal, pero que ya está circulando entre los coleccionistas de Europa, con un valor inicial de 12,5 euros, aunque es probable que siga subiendo.
Las monedas, cada vez menos prácticas y cada vez más conmemorativas
Aunque las monedas físicas siguen circulando y utilizándose especialmente en compras de pequeñas cuantías, cada vez hay menos en circulación, sobre todo debido al crecimiento exponencial de otras formas de pago, como el uso del dinero digital. Así que podemos estar siendo testigos de los últimos años del dinero físico, billetes y monedas y, en el caso de estas, de su cambio de objeto para hacer transacciones a ser objeto de coleccionistas, como es el caso de las monedas conmemorativas.
