Las etiquetas medioambientales todavía no son obligatorias en todo el país, por lo que es probable que muchos conductores aún no sepan de su existencia, aunque ya son exigidas en algunas ciudades para circular. Y tampoco son para todos los coches, pues los de gasolina que fueron matriculados antes de 2001, o los que utilizan diésel y son anteriores a 2006, con muy pocas excepciones, no tienen derecho a llevar estas etiquetas ambientales.
No es la única limitación que han comenzado a sufrir en las llamadas Zonas de Bajas Emisiones, que se siguen conformando en los principales centros urbanos de todo el país, y que ya están aplicando restricciones y multas en ciudades como Madrid y Barcelona, y pronto en San Sebastián.
Inicialmente, estas pegatinas se podían obtener sobre todo en las oficinas de correo, pero ahora la DGT ha habilitado otros espacios para facilitar el acceso a estas etiquetas a los conductores de todo el país. Se trata de establecimientos que normalmente no se asocian con trámites relacionados con el coche, pero que se pueden encontrar en todas partes: los estancos.
Los estancos y las pegatinas medioambientales
Los estancos son lugares que todos conocemos porque es donde usualmente se consiguen cigarrillos y otros productos derivados del tabaco, cerillas y estampillas, entre otros productos. Son establecimientos presentes en todo el país, por lo que parece un acierto de la DGT haberlos escogido para distribuir las etiquetas ambientales.
La DGT ha firmado un convenio con la empresa de distribución Logista (antigua Tabacalera), que permite gestionar esta etiqueta en los estancos, pues no se trata de una mera compra: además de pagar 5 euros, hay que presentar la matrícula del coche y escanear un código QR para subir la documentación del coche y del titular. Con ello y solo entonces nos entregarán la etiqueta medioambiental que corresponda a nuestro coche.
Ya se han distribuido más de 5.000 etiquetas en 500 estancos, distribuidos en unos 300 municipios. Es una medida que beneficia sobre todo a aquellos conductores que viven lejos de los centros poblados, donde suelen localizarse las oficinas de correo.
Los otros lugares donde se pueden tramitar las etiquetas medioambientales
Además de los estancos y las oficinas de correo, los conductores pueden adquirir las etiquetas ambientales en cualquier taller mecánico autorizado por la DGT. Es el caso de los talleres pertenecientes a la CETRAA, la Confederación Española de Talleres, o a través de gestores administrativos que colaboran con la DGT. Otra manera es hacerlo a través de la plataforma online de la DGT, ingresando a www.pegatinas-dgt.com.
¿Cuál es la pegatina medioambiental que nos corresponde?
La respuesta está directamente relacionada con el año de matriculación del coche y con el tipo de combustible o energía que utiliza para desplazarse. A los coches con motor de gasolina matriculados entre 2001 y 2005, y los de motor diésel matriculados entre 2006 y 2013, les corresponde la etiqueta ambiental B, amarilla.
Por su parte, los coches con motor de gasolina matriculados a partir de 2006 y los de motor diésel matriculados a partir de 2014 tendrán derecho a portar la etiqueta C, verde. Los coches que utilizan gas natural o son híbridos no enchufables, o enchufables con poca autonomía, podrán acceder a la etiqueta Eco, verde y azul. Por último, los coches híbridos enchufables con mayor autonomía y los 100% eléctricos podrán llevar la etiqueta Cero, azul.
Estas etiquetas ya son obligatorias en lugares como la Zona de Bajas Emisiones de la ciudad de Madrid, en la que ya no pueden circular la mayoría de los coches sin etiquetas. Los vehículos con etiquetas B comienzan a tener también restricciones en áreas como las ZBEDEP, por lo que es importante que tramitemos la pegatina lo más pronto posible, si es que nos corresponde alguna.
