En los últimos años, crece la tendencia a repostar combustible en gasolineras low cost, una opción cada vez más popular. Los conductores buscan economizar en el día a día y estas gasolineras ofrecen precios significativamente más bajos en comparación con las estaciones tradicionales de grandes marcas.
El encarecimiento de los combustibles especialmente a partir de la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación, han razones por las que los conductores eligen estas gasolineras de bajo costo como un camino para reducir sus gastos.
Las estadísticas marcan que el 83% de los conductores españoles admiten que repostan frecuentemente en las gasolineras low cost. Y no es para menos. El litro de combustible cuesta hasta 30 céntimos menos, e incluso más. Cuando suman el ahorro en un mes, la suma es significativa y vale la pena.
Sin embargo, algunos conductores son reacios a este tipo de establecimientos. Piensan que nadie hace magia con los precios y que si venden más barato por algo es. Consideran que la calidad del combustible no es la misma y que sus vehículos, a la larga, sufrirán con la calidad inferior si repostan en las low cost. ¿Compensa realmente el ahorro en combustible?
¿Hay diferencias en la calidad del combustible que venden las gasolineras low cost?
Atendiendo a la preocupación y dudas de los desconfiados, la Organización de Consumidores y Usuarios ha explicado cómo funciona el sistema de abastecimiento de combustible.
Lo primero que la OCU destaca es que las gasolineras low cost obtienen su combustible de los mismos proveedores que las estaciones de servicio convencionales. Hay nueve refinerías en España que abastecen tanto a las gasolineras de bajo costo como a las de mayor precio.
Por lo tanto, en origen, el combustible es el mismo. Los combustibles llegan a las gasolineras con la misma calidad regulada por la ley, independientemente de la marca de la gasolinera. .
Ahora bien, ¿sale de las mangueras tal como entró? No exactamente igual. A partir del momento en que ingresa a los tanques de depósito de las gasolineras, cada una le puede añadir diferentes aditivos. La empresa Exolum, por ejemplo, encargada de transportar y almacenar los combustibles, añade directamente los aditivos en la propia refinería a la marca que lo desee.
Por lo tanto, los combustibles serán levemente diferentes según los aditivos que la gasolinera incorpore. Pero esto no quiere decir que los de las low cost sean de calidad inferior. Los aditivos básicos que todas las marcas agregan sirven para mantener más limpios los inyectores, protegen de la corrosión, disminuyen la formación de espuma, entre otras mejoras.
Y esto ocurre también en los combustibles que venden las gasolineras low cost, que, al igual que las otras, agregan los aditivos mejoradores. Por lo tanto, es falso que la calidad de sus combustibles sea inferior porque no tienen aditivos básicos que garantizan el bienestar del vehículo. Si los tienen.
Sin embargo, sí puede existir una diferencia entre las low cost y las Repsol, Cepsa o Bp. Algunas de las de las grandes cadenas suelen operar con sus propios aditivos y probablemente añaden otros.
La OCU opina sobre el impacto de la gasolina low cost en el motor
La OCU explica a los consumidores que le es imposible determinar si a largo plazo algún tipo de combustible afecta la vida útil del motor. Probar que los aditivos alargan la vida útil es prácticamente imposible, porque no se sabe cuánto habría durado ese motor si hubiera usado otra gasolina.
Pero sí son muy claras las conclusiones acerca del consumo del combustible. Los análisis demuestran que el efecto de repostar gasóleo premium, gasóleo normal y gasóleo low cost, no produce diferencias apreciables después de que el vehículo recorrió varios kilómetros.
En resumen, no existen diferencias que incidan en las condiciones del motor entre los combustibles de las gasolineras low cost y las tradicionales. Los consumidores parece que pueden estar tranquilos al optar por una de bajo costo.
