Uno de los principales objetivos de la DGT es hacer que los conductores respeten el Reglamento General de Circulación y se mantengan vivos e ilesos, consiguiendo que respeten cosas tan elementales como los límites de velocidad. Estos límites no son arbitrarios: desde hace décadas la mayoría de los vehículos automotores están capacitados para ir a velocidades por encima de las que se pueden considerar seguras en la mayoría de las actuales carreteras y autopistas que existen en el mundo. Por esta razón son muy raras las vías, como algunos tramos de autopistas alemanas, donde no existen límites de velocidad.
Para controlar el exceso de velocidad, la DGT dispone de una red de puntos de control fijos y móviles, que los conductores denominan genéricamente radares, y que son los que mayor número de infracciones registran, y de donde proviene el mayor ingreso para la DGT por concepto de multas. Entre estos equipos destaca un radar que es el que mayor número de multas registra cada año, un auténtico verdugo para conductores que vienen distraídos y no han leído en las redes sobre esta poderosa máquina de multar que nos puede sorprender desagradablemente si viajamos por la provincia de Cádiz.
Los dos radares que más multas imponen se encuentran en el mismo lugar
No exactamente en el mismo lugar, pero sí en la misma autopista, y separados por menos de 40 kilómetros. Ambos se encuentran en la A-381, mejor conocida como la autopista Jerez-Los Barrios. El que encabeza la lista del radar que más multas coloca se encuentra en el Km 74,6, cerca de Jerez de la Frontera, con 79.258 denuncias en 2022; y el segundo se encuentra en el km 37,29, cerca de Alcalá de los Gazules, con 68.321 denuncias ese mismo año. Los dos radares con un promedio de 200 multas diarias, es decir, más de 33 por hora.
¿Por qué son tan “mortíferos” estos radares?
Una de las principales razones por las que estos radares atrapan a tantos incautos es porque la autopista atraviesa una zona protegida, el Parque Natural de los Alcornocales, lo que implica la posible presencia de fauna y restricciones en la velocidad, pasando en algunos tramos de 120 a 80 km/h. Si un conductor viene desprevenido es probable que no tenga tiempo de bajar la velocidad antes de pasar por el radar. Y el otro factor es la presencia de un túnel, donde siempre es obligatorio bajar la velocidad. Los radares están bien señalizados, pero eso no quita de la cabeza a muchos conductores que haya habido mala intención de las autoridades al ubicarlos, y que haya un mayor interés en recaudar, que preocupación por la seguridad de los conductores.
Hay que destacar que Cádiz es la tercera provincia que mayor número de multas de tráfico impone al año, solo superada por Madrid y Valencia. Para entender la importancia de estos dos radares solo hay que ver los números: en la provincia se producen 300.000 multas al año, de las que 147.579 se produjeron en estos dos radares, es decir, casi el 50%.
Navidad y radares
Se puede encontrar información sobre los radares fijos en la página web de la DGT, MiDGT, pero hay que estar atentos también con la presencia de radares móviles. Además de estas increíbles máquinas de multar en la A-381, la Guardia Civil ha anunciado que intensificará sus operativos de control y el uso de los radares móviles durante las fiestas navideñas, por lo que es aconsejable ser más cuidadoso con los límites de velocidad, que siempre hay que respetar. No hay que olvidar que algunos radares colocados muy estratégicamente, están generando miles de multas en toda España, con el consiguiente descontento por parte de los usuarios.
