Para que sea posible la transformación completa del parque automotor español y europeo, es preciso que pasen varias cosas. Entre ellas, que el precio de un coche eléctrico sea en verdad competitivo, y que aumente la infraestructura de recarga. Ninguna de las dos condiciones está dada por entero, y aquí precisamente el gobierno español ha hecho un movimiento en esa dirección. De dice que el 2025 será un buen año para quienes deseen adquirir un coche eléctrico, pues habrá ayudas que permitirán comprarlo.
Esta iniciativa pretende ser una continuación del Programa MOVES III, que ya está a punto de terminar. Pero con una gran diferencia: la cuantía será mayor y, sobre todo, se hará más rápido. Con ello se quiere optimizar el proceso para acceder a las ayudas, eliminando en lo posible los inconvenientes burocráticos.
Qué es el MOVES III
Este plan comenzó en 2021, y su objetivo principal era incrementar el número de vehículos eléctricos en las carreteras, autopistas y calles españolas para situarse en consonancia con los esfuerzos de la Unión Europea por una movilidad sostenible. Sin embargo, aunque algo se ha hecho, se ha hecho poco. O al menos no en los niveles esperados.
De hecho, en nuestro país el mercado de coches eléctricos ronda el 5%, una cifra bastante lejos de la media europea, que ya va hacia el 15. Siguiendo con la comparativa, se está muy por detrás de Francia o Alemania, pisando el 30, o de Suecia y Holanda, que se mueven ya en el 60% de coches eléctricos.
El MOVES III se creó para promover la compra de coches cero emisiones, y comenzó con un fondo de 400 millones de euros, ampliándose a 1.550 millones hasta este año, dirigidos a ayudar a quienes se decidieran por un vehículo eléctrico.
Sin embargo, más allá de las buenas intenciones, el MOVES III ha tenido sus altibajos y debilidades. Por ejemplo, el tiempo que debe esperar un comprador para recibir el pago en ocasiones ha sido de hasta 2 años. Y cubre hasta 7.000 euros por coche eléctrico. El impulso no ha sido el esperado. Parte de la falta de motivación es, precisamente, que la respuesta no llega suficientemente rápido a la hora de acercarse a un concesionario y elegir un vehículo.
La solución: un nuevo plan a implantarse en 2025
Teniendo en cuenta todos los inconvenientes suscitados hasta ahora, el gobierno ha decidido cambiar de estrategia. Para empezar, el procedimiento es mucho más sencillo. Por ello, la gestión de las ayudas estará centralizada en el Ministerio para la Transición Ecológica mediante el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo al que habrá que acudir para solicitar la ayuda.
Además, estas ayudas se harán efectivas al momento de la compra, lo que elimina el periodo de espera. Y se contemplan también incentivos fiscales, como no tener que declarar las ayudas en el IRPF y hasta reducir el IVA para los coches eléctricos. Aunque no hay datos todavía de la cuantía de las ayudas. Todo un paquete bien atractivo que, según fuentes cercanas al Ministerio, podría comenzar a aplicarse en las primeras semanas del año próximo. De esa forma, el 2025 podría convertirse en el punto de inflexión para lograr los objetivos de movilidad sostenible.
Por otro lado, además de las ayudas, el IDAE y el Ministerio están planteando la ampliación de los puntos de recarga, aspecto este muy importante para poder optar por un vehículo eléctrico, sin lo cual poco se puede hacer para invitar a la gente a comprar este tipo de coches. En vista de que el MOVES III llega a su fin, habrá que seguir de cerca las noticias sobre el nuevo plan y las nuevas ayudas del gobierno.
