La petición de la DGT de que las personas no viajen solas en sus coches no tiene que ver con la sociabilidad. No es que la entidad responsable del tráfico esté preocupada por la soledad de los conductores desde el punto de vista emocional o afectivo. A la DGT solo le preocupa resolver diferentes problemas de la seguridad vial, que son muchos en la práctica.
Una de estas complicaciones para la que no encuentra solución, es la saturación de las vías públicas superpobladas de vehículos. La congestión vial es uno de los problemas con peores consecuencias en España. Si existe una entidad responsable del tráfico, a ella corresponde solucionar los problemas. Por eso, las autoridades intentan varias soluciones para aliviar estas complicaciones.
Entre ellas, se prueban tecnologías inteligentes para gestionar el tráfico en tiempo real, se trabaja para mejorar la infraestructura de transporte público, se promueven alternativas de movilidad sostenible, como las bicicletas. Pero nada es suficiente.
Los coches de uso unipersonal: un mal que la DGT se propone atacar
En estos días, Pere Navarro, el director general de la DGT, ha manifestado que se planean acciones de estímulo a la más alta ocupación de los automóviles. La razón de estas intenciones es que hay aproximadamente un 85% de los conductores que usan sus coches en solitario. Es decir, que de cada 100 vehículos que circulan por las vías públicas españolas, 85 están ocupados solo por su conductor. Una relación que realmente llama la atención y que explica el por qué la DGT quiere incidir en esta costumbre.
En sus declaraciones, el director ha expresado que el organismo que él dirige tiene la firme intención de trabajar para cambiar la mentalidad de los españoles. La idea es incentivar la alta ocupación de los vehículos. Compartir el coche en lugar de ocupar uno cada persona tendrá consecuencias beneficiosas para todos.
En primer lugar, al reducir los vehículos que circulan se aliviará la congestión vial. También se estará contribuyendo al proyecto de mejorar el aire de las ciudades. Menos vehículos circulando implica menos contaminación. Y a esto se agrega que redundará en un ahorro para las personas. En la actualidad, hay muchas ciudades que han dispuesto carriles rápidos de uso exclusivo de coches ocupados por más de una persona. Aunque la medida es insuficiente, es una muestra de intenciones.
El carpooling, modalidad de coche compartido, también va ganando popularidad en España. Existen diversas plataformas que facilitan este modo de transporte, que conectan a conductores con pasajeros que tienen el mismo destino. Comparten costos y todos se benefician. Además de que se ayuda a la DGT a resolver su eterno problema.
Algo hay que hacer y esto es una realidad. El sistema de transporte no puede soportar más esta sobrecarga. La cuestión es qué hacer. Se ha planteado la polémica acerca de si compete a la DGT inmiscuirse en un ámbito tan privado como lo es el uso de un vehículo particular.
Medidas llenas de polémica
Hay quienes consideran que el intervencionismo del organismo está llegando a límites extremos que no se deben tolerar. Cada familia es un mundo con una realidad propia que sus integrantes resuelven como pueden. Desplazamientos a los trabajos, idas y venidas con los niños, y tantos otros asuntos de organización familiar hacen que pueda resulta conveniente usar un coche para una sola persona.
Además, el transporte público no atiende a las expectativas de los ciudadanos. Hay zonas y pueblos a los que no se puede acceder mediante este tipo de transporte. Es otro punto que la DGT debería considerar. Muchos se preguntan si llegará a penalizarse al conductor que vaya solo en un coche.
