Uno de los cambios más significativos e impactantes que se han producido este año por terminar, ha sido la activación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en todo el país. Las ZBE comenzaron a funcionar en grandes franjas metropolitanas como Madrid y Barcelona, pero el objetivo, que se cumplió en gran medida, era establecerlas en todos los centros urbanos con más de 50 mil habitantes. En el caso de zonas insulares y de lugares con serios problemas de contaminación, también en centros urbanos con más de 20 mil personas.
Las Zonas de Bajas Emisiones son espacios donde solo pueden circular coches y otros vehículos ligeros que cumplan con las normativas ambientales europeas más recientes sobre emisiones de gases contaminantes. El objetivo principal de estas zonas es reducir la contaminación del aire y hacerlo más saludable para sus habitantes, y es también una manera de hacer que los usuarios renueven el parque automotor y adquieran coches con tecnologías más amigables con el ambiente, como los híbridos o los coches 100% eléctricos.
Requisitos para acceder a las ZBE
Las ZBE debieron haberse establecido en 2023, pero el Ministerio de transición Ecológica dejó en manos de los municipios esta tarea y no todos pusieron manos a la obra, por lo que todavía hay muchas ciudades que no han activado sus ZBE. Es una medida que creó polémica y todavía genera resistencia, aunque no parece tener vuelta atrás. ¿Por qué la resistencia? Porque afecta a un alto número de conductores propietarios de coches que no tienen derecho a usar las etiquetas ambientales, que son el principal requisito aunque no el único para circular por una Zona de Bajas Emisiones.
Las etiquetas ambientales son cuatro:
- Las etiquetas B (amarillas), para coches con motor de combustión de gasolina o diésel matriculados a partir de 2001 y 2006, respectivamente.
- Etiquetas C (verdes), para coches que usan gasolina matriculados desde 2006 y diésel, matriculados desde 2014.
- Etiqueta Eco (colores azul y verde), para coches híbridos con poca autonomía, no enchufables o que utilicen gas natural.
- Etiquetas Cero (azul) para los coches eléctricos y otras tecnologías cero emisiones.
En este momento, y al menos durante los siguientes dos años, los coches principalmente afectados son los que no pueden utilizar las etiquetas ambientales, es decir, aquellos con motor de gasolina matriculados antes de 2001 y los que usan diésel y fueron matriculados antes del 2006. En España hay poco más de 7 millones de coches con estas características, cerca de un 27,5% de los coches que circulan por el país, y tan solo en la comunidad de Madrid hay más de 1 millón.
Cómo se adquieren las etiquetas ambientales
La etiqueta ambiental debe llevarse pegada en un lugar visible del parabrisas, generalmente en el lado izquierdo, para que las autoridades puedan verla fácilmente. Además, se pueden adquirir en cualquiera de las 2.388 oficinas de correo distribuidas en toda España, o ser recibidas a domicilio, entregadas por alguno de sus 6.000 carteros.
También se pueden adquirir en talleres afiliados a la Confederación Española de Talleres (CETRAA), en el Instituto de Estudios de Automoción (IDEAUTO), a través de gestores administrativos y en estancos autorizados, entre otros lugares. El precio de las etiquetas suele ser de unos 5 euros, pero puede variar a causa de los costes de envío y otros factores.
En algunos municipios, como Málaga capital, no es obligatorio el uso de las etiquetas ambientales para acceder a la ZBE, pues disponen de una red de cámaras con lectores de matrículas, con los que pueden identificar si el coche puede circular o si, por el contrario, está cometiendo una infracción.
