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El invierno es una mala época para tu coche: estas son las averías más frecuentes y cómo puedes evitarlas

por El Adelantado
8 de diciembre de 2024
en Motor
Invierno coche

El invierno es una mala época para tu coche: estas son las averías más frecuentes y cómo puedes evitarlas

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Está a punto de comenzar una de las estaciones más tranquilas y reflexivas del año, caracterizada por bajas temperaturas, paisajes desnudos, tonos grises y oscuros y una calma espiritual que a ratos puede bordear la depresión. Es una tranquilidad engañosa, porque igual vamos a trabajar, hay que organizarse para las fiestas navideñas y hay muchos planes y proyectos para el próximo año que comienzan a moverse dentro de nosotros. Si a esto sumamos que los viajes largos del verano disminuyen y que volvemos a la rutina diaria, es muy probable que prestemos menos atención al coche, y que este termine sorprendiéndonos de mala manera con alguna avería o problema inesperado.

Además de posibles fallos y averías que puede arrastrar el coche desde el otoño, hay una serie de problemas directamente relacionados con las condiciones de invierno y que pueden afectar la carrocería, el funcionamiento de la batería, los neumáticos, el parabrisas, fallos en el arranque, etc. He aquí algunas de las sorpresas más frecuentes y las medidas que podemos tomar para prevenirlas y no terminar pagando más en un taller.

Fallos frecuentes en invierno

La pérdida de presión en los neumáticos

Las bajas temperaturas afectan la presión en los neumáticos, aunque estos estén en buen estado o sean nuevos. La pérdida de presión puede facilitar que se produzca un pinchazo, o incluso algo más peligroso como un reventón mientras hacemos un recorrido de larga distancia, con lo que la pérdida del neumático puede ser total, y además causar un accidente. Tampoco hay que olvidar que la falta de presión puede hacer que el coche tenga que hacer un mayor esfuerzo para desplazarse, por lo que se produce un mayor gasto de combustible.

La manera de prevenir que los neumáticos nos den una sorpresa una vez que empiece a bajar la temperatura es revisar regularmente la presión y seguir las instrucciones del fabricante (hay recomendaciones y datos de interés en las páginas web de cada marca de neumáticos).

En alta montaña y en regiones donde las nevadas llegan pronto es aconsejable cambiar los neumáticos convencionales por los de invierno, pero hay que tener en cuenta que el uso de estos neumáticos sin presencia de hielo o nieve hace que se desgasten más rápido.

Limpiaparabrisas congelado

En las regiones de España donde es normal que las temperaturas caigan por debajo de cero, también es frecuente que el parabrisas amanezca con una delgada capa de hielo, con los limpiaparabrisas pegados al cristal. Y también es común que tratando de despegarlos rompamos las varillas. Para que esto no suceda hay que dejar las varillas levantadas durante la noche y, si no lo hicimos, tener un poco de paciencia mientras se retira el hielo.

Batería y arranque

La dificultad para encender el coche en las mañanas es un problema clásico de invierno, y en general puede tener tres causas: fallos en una batería que no logra mantener la carga porque ya está concluyendo su ciclo de vida, desgaste o falta de mantenimiento de las bujías. Y por último endurecimiento y roturas en el cableado de los sistemas de encendido.

Podemos aprovechar que todavía no comienza de lleno el invierno para verificar que la batería esté en buen estado y para hacer mantenimiento a las bujías, así como para revisar el cableado en un taller especializado.

Problemas con el sistema de refrigeración

Si utilizamos agua en vez de líquido refrigerante en el sistema de refrigeración y se produce una caída de la temperatura por debajo de cero, podemos llevarnos una desagradable sorpresa. Sucede que el agua al congelarse se expande y puede dañar distintos componentes de la bomba y del sistema de refrigeración, que nos obligarán a llevar el coche a un taller mecánico. El consejo es más que evidente: utilizar líquido refrigerante, no agua.

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