A partir del 1 de enero de 2026 entra en vigor una medida de la DGT que pone fin al uso del tradicional triángulo de emergencia, para ser reemplazado por la baliza V16. Se trata de un dispositivo que emite una señal de luz intermitente que se coloca en el techo del coche, y que transmite la posición del vehículo a la plataforma DGT 3.0, así como a otros conductores que utilicen redes de circulación que ofrecen información en tiempo real.
Se supone que aquellos conductores que no tengan este dispositivo en sus vehículos en los primeros días de enero pueden ser sancionados con multas de hasta 200 euros. No obstante, portavoces de la DGT han reconocido que ha habido fallos en la difusión de esta información, y que por lo tanto agentes y funcionarios serán flexibles durante los primeros meses de 2026.
Informar en vez de castigar
La jefa del Área de Telemática de Tráfico, Montserrat Estaca, reconoció de forma pública que “no hemos hecho el trabajo bien”, refiriéndose a la obligatoriedad de la baliza a partir del 1 de enero.
Se ha hecho campaña a través de las redes sociales y de los medios de comunicación, pero no se han utilizado las plataformas digitales para informar de manera más directa a los conductores.
Esta situación explica por qué la DGT parece haber dado un paso atrás, o al menos haber flexibilizado su posición, como se desprende de las recientes declaraciones del director general de la DGT, Pere Navarro, donde ha anunciado que la fecha no se va a cambiar, pero que durante los primeros meses los agentes “serán flexibles, durante un tiempo, informando” antes de imponer las primeras multas.
Pere Navarro insiste en que el objetivo es “consolidar este sistema”, no castigar a los conductores o generar desde el primer día una gran cantidad de multas.
Las balizas no conectadas
También en tiempos recientes Facua denunció a la DGT por no haber impedido la venta de balizas V16 sin conectividad y que se promocionaban como “homologadas”. La organización de consumidores acusó a la DGT directamente de haber sido cómplice de un fraude, cosa que esta institución niega.
Las balizas sin conectividad que se vendieron durante estos meses no son ilegales, pero solo funcionaban como un complemento del triángulo de emergencia, no como su reemplazo.
La baliza realmente homologada debe tener un geolocalizador y una tarjeta SIM y poder conectarse con la plataforma DGT 3.0.
Podemos revisar si nuestra V16 cumple con estos requisitos en la lista publicada en la web de la DGT, en donde aparecen todos los dispositivos aprobados por los laboratorios IDIADA y LCOE.
Lo único que debemos hacer es introducir el serial de la baliza y enseguida sabremos si se encuentra o no en la lista.
Una pista: si la baliza que tenemos costó 10 euros es probable que no sea homologada; el precio promedio de una baliza certificada es de 45 euros en adelante, y generalmente tienen una garantía de conectividad de unos 12 años.
Por qué se decidió sustituir los triángulos
Según Pere Navarro, entre 20 y 25 personas mueren atropelladas cada año en las carreteras, y aunque todos los casos no pueden asociarse con la colocación del triángulo de emergencia, este podría ser uno de los motivos.
La baliza V16 es mucho más segura: el conductor no tiene que abandonar el vehículo ni caminar por la calzada, solo sacar un brazo por la ventana y colocar la baliza en el techo, o en una puerta en el caso de vehículos más grandes.
La luz de la baliza se ve a gran distancia, y la señal que indica que hay un coche en problemas no solo es registrada en la plataforma de la DGT sino también en los navegadores de otros vehículos que se encuentren en la zona.
