La transmisión de oficios de generación en generación ha sido una constante histórica que contribuye a la continuidad cultural en España.
Durante siglos, los oficios artesanales y agrícolas se han heredado dentro de las familias. El aprendizaje se producía en el propio hogar o taller familiar. Los jóvenes observaban y comenzaban sus prácticas ayudando a sus padres o abuelos.
De esta manera, se han conservado técnicas tradicionales y se ha sostenido la identidad local de cada región. En algunos casos, se desarrollaron especialidades propias vinculadas a los recursos naturales y a las costumbres de sus habitantes.
Esta tradición continúa vigente en la actualidad. En algunas regiones, los jóvenes aprenden los oficios de sus mayores desde pequeños, porque crecen insertos en ese ambiente familiar en el que se ese oficio muchas veces era el eje del sustento familiar.
Como parte de esa herencia también se transmiten valores, formas de organización y las fuentes de recursos que se utilizan en la actividad.
Esto es lo que ocurrió con los hermanos Pérez de Navabellida, Soria. Son un ejemplo vivo de tradición y de la trascendencia de los valores familiares que se mantienen con el paso del tiempo.
El secreto de las mantas de merino de los hermanos Pérez
La historia de estas mantas que se han hecho virales en X, está profundamente ligada a la tradición pastoril y ovejera de la provincia de Soria. En la época de los antepasados de los actuales productores de la lana con la que se tejen las mantas, las ovejas eran criadas con sistema de trashumancia.
La trashumancia ha sido una práctica fundamental para la cría de ovejas en Soria. El ganado ovino se llevaba desde las Tierras Altas hasta regiones más cálidas del sur. En este traslado se aseguraba que las ovejas tuvieran buen alimento de pastos frescos y vivieran en condiciones climáticas más adecuadas a la vida.
Los productores han explicado que la lana que producen las ovejas trashumantes es de mejor calidad que la de las que viven en corrales, siempre en el mismo lugar.
Los hermanos Pérez de Navabellida son los últimos productores ganaderos trashumantes de Soria. Cuentan con un rebaño de más de 1.500 ovejas merinas.
Son la quinta generación de una familia que siempre se dedicó al oficio de criar ovejas trashumantes y negociar la lana merina.
¿Por qué las mantas de merino de los hermanos Pérez son más caras que otras similares?
La difusión en las redes sociales del precio de las mantas de merino con lanas de los Pérez ha generado polémicas y muchas críticas.
Algunas personas consideran que están sobrevaloradas, pues otras mantas similares cuestan menos. Sin embargo, los responsables de la lana defienden su producto y explican el por qué del precio.
Ricardo Pérez ha afirmado claramente que las ovejas son lo que comen. Y esto vale para su carne, su leche y su lana.
La oveja trashumante siempre come hierba fresca. El movimiento estacional de los rebaños favorece la calidad de la fibra. Es una lana ondulada y larga, fina, densa, resistente, uniforme y suave.
Los animales viven en condiciones más saludables y sin estrés, lo que también repercute en la calidad de la lana.
Mantas que duran para siempre
Las mantas de lana de los hermanos Pérez se tejen con lana blanca merina sin teñir. También se utiliza lana del rebaño de merino negro autóctono de Álvaro Álvarez Redondo de León. Cada manta mide 1,50 x 2 metros, y pesa alrededor de 1 kilo y medio.
No solo ofrecen un elevado nivel de abrigo y de confort. Conservan su forma y textura durante años. Resisten el desgaste propio del tiempo. La materia prima de alta calidad, el proceso cuidado del hilado y de la confección, asegura que cada manta sea perdurable.
Se convierte en un objeto que se integra a la herencia familiar y que, al igual que el oficio que les da origen, se transmite de padres a hijos.