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CaixaBank despide a una trabajadora por cotilla y todo acaba en los tribunales: estas eran las cuentas bancarias que revisaba

por Paco Magar
25 de noviembre de 2025
CaixaBank despide a una trabajadora por cotilla

CaixaBank despide a una trabajadora por cotilla

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Cuando se habla de secreto bancario, es para indicar que la información que posee una entidad bancaria sobre sus clientes no puede ser revelada a personas ajenas al banco, a menos que el cliente lo autorice. Pero la confidencialidad de los datos financieros va más allá, e incluye a los empleados de estas entidades no directamente relacionados con el manejo de las cuentas.

La curiosidad es una virtud en muchos trabajos, pero puede ser un grave defecto en el sector bancario. De esto es ejemplo un reciente caso que llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en el que una empleada de CaixaBank fue despedida por cotilla, es decir, por curiosear en las cuentas de familiares, amigos y vecinos.

De 5.000 euros mensuales a cero por cotillear

Una mujer que tenía el cargo de directora de una pequeña oficina de CaixaBank en un pueblo de Cataluña, y que por ese cargo cobraba un sueldo de 5.000 euros mensuales, fue despedida por revisar sin motivo cerca de 170 cuentas de familiares, vecinos, amigos y otras personas y comercios relacionadas con estos.

En el banco notaron que se estaban produciendo revisiones injustificadas de cuentas y de distintas operaciones de los clientes, y ante la sospecha de que algo no estaba bien, ordenaron una auditoría. En esta investigación se pudo constatar que la empleada despedida había entrado al menos en los datos de 170 cuentas pertenecientes a su sucursal y a otra sede de CaixaBank de un pueblo vecino; y que estas intromisiones ocurrieron en 210 días diferentes.

De estas 170 cuentas, 84 pertenecían a familiares o personas muy cercanas a la directora, y 38 a personas relacionadas con las anteriores. De las demás cuantas, 121 eran de vecinos del pueblo donde vive la directora. En estas entradas injustificadas, la mujer revisó las fichas de los clientes, uso de las tarjetas y movimientos de los depósitos; también información de otros clientes y datos relacionados con préstamos.

Aunque no sucedió nada más, y no hubo perjuicios para la entidad financiera ni para los clientes, para la empresa se produjo una seria violación del código ético y laboral que los empleados conocen y aceptan al trabajar en CaixaBank. Junto a ello, se produjo además una violación del derecho a la confidencialidad de los clientes.

Por estas razones la empleada fue objeto de un despido disciplinario, al considerarse en CaixaBank que había cometido varias faltas muy graves, tipificadas en los artículos 54 y 76 del Estatuto de los Trabajadores, que van desde transgredir la buena fe contractual hasta el fraude y abuso de confianza.

El caso de la “empleada curiosa” de CaixaBank ante la ley

La empleada trató de argumentar que sus entradas a las diferentes cuentas estaban justificadas, y que habían sido hechas por solicitud de los mismos clientes, pero la empresa no le creyó, por lo que la mujer decidió llevar su caso al Juzgado de lo Social N° 1 de Figueres.

El juez, después de revisar las pruebas de CaixaBank y escuchar la argumentación de la exdirectora, falló a favor de la entidad financiera. A continuación, la ex directora llevó su caso hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que terminó respaldando la decisión del juzgado de Figueres y de la empresa: el despido disciplinario fue procedente.

En ninguna de las dos instancias se aceptaron los argumentos de la trabajadora, y aunque no hubo perjuicio financiero para los clientes o para CaixaBank, y no reveló información a terceros, la empleada violó a sabiendas normas y códigos éticos de la empresa, al curiosear en los datos de los clientes sin ninguna justificación.

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