Desde niños nos han inculcado la importancia del ahorro para alcanzar diferentes objetivos en la vida, y para tener un colchón o fondo de seguridad para enfrentar emergencias. Y no es una enseñanza equivocada, aunque ahora se debe complementar con otras actividades si no queremos ver cómo el dinero desaparece, incluso dentro de las instituciones que se supone deben protegerlo.
Ya no basta con tener nuestro dinero depositado en los bancos: si está en cuentas convencionales, como las de ahorro, el capital que tenemos guardado irá perdiendo valor progresivamente respecto a la inflación. Y no estamos hablando de pequeñas cantidades, como vamos a ver a continuación.
La advertencia de un asesor financiero
Javier Suavexa es un asesor financiero de 31 años que tiene algo que decirnos respecto al dinero que guardamos en el banco, y que a estas alturas ya deberíamos intuir. Nos avisa que los intereses que percibimos por concepto de ahorro son inferiores a los índices de inflación, y que cada año nuestro dinero vale menos. No es que el dinero desaparezca en los bancos, nuestro saldo puede ser el mismo, pero después de un año con inflación, con ese dinero no podremos comprar lo mismo que doce meses antes. ¿Cómo sucede esto, cuál es la explicación?
Otra manera de verlo: si tenemos depositados 33.000 euros, al final del año el valor real será de 32.000, por lo que habremos perdido 1.000 euros, aunque en la cuenta sigamos viendo los mismos 33.000. Estos 1.000 euros que mencionamos no son al azar, es la devaluación que produce en esta cuantía una inflación del 3% anual.
Más allá de la cuenta corriente
Las cuentas corrientes no generan rendimiento, son cuentas para hacer el gasto diario, pero no para dejar el dinero inmóvil durante determinado tiempo, en el que la inflación va a hacer que valga menos. Otro factor que generalmente no consideramos, pero que sí ven asesores financieros como Suavexa, es el llamado “coste de oportunidad”. En la práctica este concepto vendría a ser algo así como todo el dinero que dejamos de ganar por no invertirlo o ponerlo a generar rendimientos.
La recomendación de este joven asesor no puede ser más precisa: “El dinero tiene que moverse para no perder valor”, no podemos dejarlo inmóvil en una cuenta corriente, devaluándose, hay que ponerlo a trabajar. De esta manera, pasaremos de ser ahorradores a actuar como inversores, y a proteger el valor de nuestro dinero.
Lo que dice Natalia de Santiago
Otra economista y divulgadora financiera, Natalia de Santiago, insiste en que no podemos dejar el dinero inmovilizado en los bancos, mientras la inflación hace que suban todos los precios. La economista puso un ejemplo, basado en estimaciones del Banco de España: “Si tú tienes 1.000 euros en el banco, dentro de un año habrás perdido 30. En 2 años, 50; en tres, 70; y en 5 años, ya habrás perdido más de 100 euros”.
En 5 años habremos perdido un 10% del capital que teníamos ahorrado, porque todo será un poco más caro. Solo queda imaginar lo que puede pasar en plazos mayores, como 20 años o más, y en cantidades superiores a 1.000 euros.
Su recomendación: hablar con nuestro banco y pedir asesoría en torno a qué herramientas financieras tienen y pueden poner a nuestra disposición, para compensar las pérdidas que produce la inflación e incluso para tener algunas ganancias. También sugiere realizar pequeñas inversiones, que consideremos seguras.
El consejo en este sentido que vemos es muy claro: comenzar a aprender sobre finanzas y sobre las diferentes herramientas financieras que existen actualmente; y antes de invertir, consultar con un profesional.