Asociamos la hostelería y el mundo de la restauración con actividades placenteras, vacaciones, ocio y goce, y es así, son dos dimensiones de la vida donde se concentran los buenos momentos, y que son parte del buen vivir. Pero para que esa estructura de ocio se mantenga en pie necesita de miles de trabajadores en diferentes áreas y servicios, que van desde cocineros y personal de limpieza hasta camareras y empleados administrativos. Todas estas personas en muchos casos trabajan en condiciones que no son precisamente las mejores, con largas jornadas, malos tratos y sin la protección de la Seguridad Social.
Despedida a través de las redes sociales
Los conflictos en el mundo de la hostelería no son un secreto: son muchas las comparaciones que se hacen entre las estresantes dinámicas de las cocinas de los restaurantes y el infierno, los desencuentros entre clientes y camareros, y de estos con los administradores y propietarios de restaurantes. Los sueldos son bajos y tienen que compensarse con propina, y no es raro que los trabajadores no estén protegidos por sindicatos, o por la Seguridad Social. Aunque ahora sus casos se están haciendo más visibles gracias a las redes sociales, como el de una mujer despedida por chat, cuando avisaba que no iba a poder ir a trabajar por un problema médico.
La mujer, que se desempeñaba como camarera, escribió a su jefe para avisar que se encontraba en urgencias, y el jefe de inmediato elevó el tono: “No me digas que no vas a ir mañana a trabajar. No me lo puedo creer, a mí no me cuentes historias. ¡Vete a tomar por c…!”. Y no se detiene allí: “Estás en urgencia, pero no estás muerta, así que ve a trabajar. Solo haces joderme mi empresa y clientes”. Y luego desestima que esté en el médico, porque “yo puedo ir al médico y me hace un parte porque me duele la cabeza”.
La mujer insiste en que no se trata de cualquier dolor, que es en la zona del corazón, y continúa con varias frases que hacen presumir que ni siquiera está de alta en la Seguridad Social: “Y si no puedo coger peso qué cojones quieres, ¿que vaya a trabajar para joderme yo mi cuerpo? Cuando no das ni de alta”.
El jefe sigue con un insulte de tono racista (“Vete por ahí, siria”) y termina despidiéndola a través del chat: “Que te mejores y olvídate de trabajar. Jamás te voy a llamar más para trabajar”.
La reacción en las redes ante el despido de esta camarera
Toda esta conversación fue reproducida por un influencer que tiene muchos seguidores en X, pertenecientes al campo de la hostelería, Jesús Soriano, mejor conocido por su nombre en la red, @soycamarero. En muy poco tiempo las reacciones no se hicieron esperar, naturalmente a favor de la camarera y condenando al propietario por abusivo.
“Tu negocio no se puede basar en esclavizar y explotar a tus empleados. Eso solo indica que eres un incompetente y no vales para jefe. Escoria”, fue uno de los comentarios. Como decíamos al principio, el maltrato en este sector del mundo laboral no es una novedad y hasta ha sido tema de varias películas (haciendo énfasis en las relaciones tiránicas que se crean en las cocinas).
Pero ahora toma una nueva resonancia gracias a las redes sociales, donde pueden hacerse más visibles las justas reclamaciones de los trabajadores, en especial de aquellos que ni siquiera gozan de los beneficios y la protección de la Seguridad Social. Aunque, como hemos visto en este caso, las redes pueden servir para que nos despidan sin ni siquiera estar presentes.
