Entre 1992 y 2025 es mucho lo que ha cambiado en nuestro país en el ámbito laboral, y sobre todo en el lugar desde donde se trabaja. Hace 33 años las personas que hacían teletrabajo en el país no llegaban a un 2%, y hoy en día son más de un 15% de la fuerza laboral. Son alrededor de 3 millones de personas, de los que a su vez un gran número son autónomos.
Hablamos de abogados, psicólogos, ingenieros, arquitectos, contables, pero también de publicistas, creadores de contenido, vendedores y, en general, de cualquier persona que trabaje desde un espacio de su domicilio utilizando un ordenador, el móvil y otros dispositivos electrónicos como principal herramienta laboral. Los autónomos que hacen teletrabajo son una fuerza laboral cada vez más importante.
La buena noticia que viene de Hacienda
Para este grupo tan variado de profesionales, que rara vez le ganan una al fisco, hay una buena noticia que llega desde la DGT, la Dirección General de Tributos, que depende del Ministerio de Hacienda. La noticia es: los profesionales autónomos podrán deducir los gastos del espacio de la vivienda que utilizan para hacer su trabajo.
Esto significa que podrán calcular el porcentaje de gastos que corresponde a la habitación o al espacio de la vivienda que emplean para trabajar e incluirlo en las deducciones fiscales. Hablamos de pagos como el alquiler, electricidad, conexión a internet, IVA, gas y agua, que hasta ahora no se podían deducir en el IRPF.
Para ello, debemos calcular cuál es el porcentaje de la vivienda que utilizamos para trabajar, y a partir de allí calcular las deducciones. Por ejemplo, si vivimos en un espacio de cuatro o cinco ambientes (salón-comedor, cocina y baño, un par de habitaciones), y utilizamos exclusivamente una habitación para trabajar, estaríamos hablando de un 25% o 30%.
La cosa es menos fácil si no tenemos un espacio claramente delimitado y trabajamos en cualquier parte: en el sofá, la mesa de la cocina, en la cama; pero hay que hacer el cálculo y cumplir con otras condiciones si queremos las deducciones.
Las condiciones de Hacienda para los autónomos
Es simple, si trabajamos en el sofá o en la mesa del comedor, no podemos incluir el 50% de los gastos de la vivienda en las deducciones. Esta es la primera condición: para tener derecho a las deducciones el espacio laboral en la vivienda debe estar claramente demarcado y utilizarse exclusivamente para el teletrabajo.
Otra cosa importante es que debemos estar preparados para una inspección y una verificación, guardando de forma ordenada los contratos, facturas y recibos con los pagos y gastos de los que vamos a hacer las deducciones. También vale la pena tomar fotografías del espacio que utilizamos para trabajar, por si Hacienda pide pruebas.
Hay otra condición para acceder a estas deducciones, fundamental si somos inquilinos, y es que el propietario debe estar informado de que nosotros utilizamos un espacio de la casa para trabajar a distancia. Esto es importante porque el propietario perdería el derecho a algunas deducciones fiscales que se dan cuando la vivienda es solo para uso residencial.
La recomendación es hablar con el propietario antes de firmar o renovar el contrato, y que quede registrado por escrito el porcentaje del espacio de la vivienda que se utilizará para trabajar.
Es en esta última condición donde puede haber una complicación, pues es posible que los propietarios se nieguen a perder su derecho a otras deducciones fiscales, en beneficio de los inquilinos. También podrían oponerse a que hagamos teletrabajo desde su vivienda, o a que pidamos las deducciones que nos corresponden.
En todo caso, es una medida a favor de un 35% de los trabajadores autónomos, porcentaje de trabajadores de esta categoría que utilizan su vivienda como espacio de trabajo, y que ahora podrán deducir parte de sus gastos.