Hablar de Halloween y pensar de inmediato en Estados Unidos es casi automático, y es normal que así sea, porque el cine de terror y la televisión han sido las principales vías para difundir esta costumbre que en realidad no es de allí, y tampoco de Inglaterra, como otros un poco más enterados parecen creer.
La celebración de Halloween desciende de una festividad más antigua, de origen celta, que se mantuvo viva en Irlanda durante más de 2.000 años: el Samhain. Era un festival que se realizaba en los pueblos celtas para celebrar el final de la cosecha, por un lado, y el inicio del invierno por otro, y que se producía alrededor del 31 de octubre (aunque para nosotros el cambio de otoño a invierno se produzca el 21 de diciembre).
De Samhain a Halloween
Con la llegada del invierno se consideraba concluido el año, los días se hacían más cortos y había mayor oscuridad, que suele llegar con sus correspondientes miedos. Los celtas hacían diferentes celebraciones y ofrendas a sus dioses, encendían hogueras para iluminar las noches y realizaban algunos rituales para alejar los malos espíritus.
Durante la noche del Samhain los muertos podían regresar al mundo de los vivos, y los vivos podían entrar en contacto con espíritus del más allá. Como pasó con otras fiestas paganas europeas, esta celebración logró sobrevivir fusionándose con fiestas cristianas, como las del día de Todos los Santos y el día de los Muertos. De allí el nombre actual de esta fiesta, que vendría a ser una contracción de All Hallow’ ‘Eve, que se traduce como “Víspera de Todos los Santos”.
Esta fusión y la fuerte migración en el siglo XIX de irlandeses a Estados Unidos pueden explicar cómo se hizo tan popular esta fiesta en América del Norte.
De Samhain a Samaín
Otra cosa que ignoran muchísimas personas en España, algunas incluso gallegas, es que esta festividad también se celebraba en Galicia, naturalmente por la presencia celta y, como en otras regiones de Europa, se fue confundiendo con tradiciones cristianas. Una de estas tradiciones es la de la Santa Compaña.
En esta celebración, una persona dirige una procesión de “difuntos”, que se van desplazando con grandes cirios por las calles de los pueblos, mientras los demás permanecen encerrados en sus casas, pues en caso contrario las personas pueden ser objeto de una maldición. En varias comunidades de Galicia, pequeños grupos de vecinos tienen años organizándose para recuperar esta y otras tradiciones relacionadas con el Samaín. Son tradiciones que naturalmente tienden a confundirse con las de Halloween, aunque hay diferencias y quizás cierta rivalidad, como la que se percibe en una declaración de la Oficina de Turismo de Galicia:
“En Galicia, en los últimos años, el Samaín ha sido objeto de un proceso de recuperación y reivindicación para contrarrestar precisamente el creciente influjo de la fiesta norteamericana”.
En municipios como Ares, hace poco se formó la asociación O rueiro de Ares, que tiene como objetivo recuperar y difundir todas las antiguas tradiciones de Galicia, que giran en torno al Samaín. Los promotores de esta iniciativa llevaban diez años celebrando el Samaín en casa de uno de los miembros, David Lorenzo Fariña, actual presidente de la asociación, hasta que decidieron dar un paso más allá y recuperar la Santa Compaña, el Samaín y otras festividades.
Apenas crearon la asociación y comenzaron a difundir la idea, se registraron 66 familias; esta primera fiesta colectiva se realizará en los espacios de la plaza Alcalde José L. Lourido, y desde la casa de David Lorenzo saldrá la Santa Compaña. Habrá también talleres (obradoiros) de calabazas y zonchos.
“A los obradoiros aún pueden apuntarse los que quieran hasta que se agote el aforo, el rueiro tendrá participación libre para todo el mundo, y en la plazoleta habrá queimada, música y castañas asadas”, anuncian en la asociación.
