Cuando pensamos en el papel de la justicia y los tribunales, lo que nos viene a la mente, influenciados por el cine y la televisión, son los casos en los que se juzgan asesinatos, divorcios conflictivos o conspiraciones que involucran a grandes corporaciones. Pero la labor regular de la justicia se concentra a menudo en conflictos más “terrenales”. Muchísimos casos están relacionados con asuntos administrativos, conflictos de comunidades de vecinos y sobre todo con temas laborales, como un caso reciente en el que se vieron involucrados una pizzería, un empleado y una pizza, pero de otra pizzería.
El caso de la pizza de Domino’s Pizza
Hace poco acaba de concluir un caso judicial, con una resolución en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que probablemente no sea llevado al cine ni inspire uno de esos novelones de John Grisham, pero que no deja de tener su interés, sobre todo para aquellos que trabajan en el mundo de la restauración. Un empleado que comenzó a trabajar en una pizzería en marzo de 2022 recibió una carta de despido año y medio después, en septiembre de 2023, tras constatarse que había falseado el registro horario al menos en dos ocasiones, y a un tercer incidente que no se quiso pasar por alto.
El incidente: el empleado ordenó una pizza a Domino’s Pizza, una empresa de la competencia, y se la comió delante de los demás empleados y la clientela. Para la pizzería se trató de una falta de respeto, de una ofensa a los compañeros y de una gran muestra de deslealtad, y un excelente motivo para invocar el despido disciplinario, es decir, el despido sin indemnización.
No es un razonamiento poco importante: si hubiera ordenado comida china o mexicana la cosa podría pasar, aunque seguiría estando muy cerca de una traición. Pero se entiende que pedir una comida que es exactamente igual a la que se prepara en el local, y comerla frente a los clientes, es una bofetada a los dueños y a los compañeros de trabajo.
La hora de los tribunales
El empleado consideró injusta la medida y llevó su caso al Juzgado N° 6 de Vigo, donde fue desestimado por el juez por considerar que la empresa tenía suficientes razones para despedirlo, al falsear los registros para colocar más horas de las que había trabajado, y por considerar que el tercer incidente era realmente causal de despido.
Nuestro exempleado tampoco quedó conforme con esta decisión y fue más arriba, llevando su caso hasta el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que para tomar una decisión definitiva tuvo en cuenta los siguientes puntos:
- Que un mes antes, en agosto de 2023, el empleado había falseado dos registros horarios, indicando en uno que había llegado puntual, cuando estaba llegando 40 minutos tarde; y colocando en otro que se había retirado a las 16:00, cuando en realidad lo había hecho a las 14:00.
- El empleado se negó a comer pizza durante su turno, en un local cuya especialidad son las pizzas, con el resto de sus compañeros, y encargó una pizza de Domino’s, una empresa de la competencia.
- Finalmente, se comió la pizza de forma ostentosa frente a los clientes y sus compañeros.
Para el TSXG ya había una falta grave al haber mentido en las horas de entrada y salida de su turno de trabajo, que puede considerarse como una transgresión de la buena fe contractual.
Y en cuanto a la pizza, la acción de consumir un producto de un competidor frente a los clientes se consideró un gesto deliberado de mala voluntad, destinado a perjudicar la imagen del local, al hacer ver que el producto de Domino’s Pizza era mejor que la pizza que ellos hacen en el local.