La Unión Europea ha aprobado una ampliación de su Sistema de Comercio de Emisiones, RCDE2. En esa extensión se incluyen sectores que estaban excluidos del régimen, como el transporte por carretera y la calefacción residencial. El sistema RCDE2, que está vigente desde 2005, es la herramienta fundamental para de la UE para la reducción de emisiones de carbono. La normativa dispone un límite total de emisiones para determinados sectores. Las empresas pueden comprar y vender derechos de emisión de CO2 según sus necesidades.
Todos los involucrados en el sistema tienen un techo máximo, límite que progresivamente va reduciéndose para fomentar la descarbonización. Al final de cada año, las empresas deben entregar derechos que superen sus emisiones. Si no logran este equilibrio, son sancionadas. Existe un mercado de derechos de emisiones en el que las empresas pueden vender y comprar. Las que tienen menos costes venden sus excedentes a otras con mayores costes.
Los sectores incluidos en el sistema eran la industria pesada, como cementeras, siderurgia, refinerías, las centrales térmicas y de cogeneración y la aviación comercial intraeuropea. Pero a partir del 2027 se integrarán al sistema el transporte por carretera y los edificios con calefacción centralizada.
Durante la primera fase de la nueva ampliación, el impuesto no se cobrará al transportista que es consumidor final. Lo pagarán las empresas que comercializan y distribuyen combustibles. Deberán adquirir sus derechos en función de sus ventas.
¿Impactará la ampliación del RCDE2 en el precio final de la gasolina?
Es de esperar que el sobrecoste que implica para los distribuidores y vendedores de combustibles la aplicación del derecho de emisiones se traslade al precio de venta de la gasolina, del gasóleo y del gas que se utiliza en calefacción. Quienes abastecen a los consumidores finales lo pagarán más caro, y, por lo tanto, también le costará más al conductor que reposta o al ciudadano que usa calefacción en su hogar.
¿Cuánto costarán los combustibles a partir de la aplicación de los cambios en el sistema de derechos de emisión?
El sector del combustible para el transporte está afinando los cálculos. Opina que el aumento del precio de la gasolina subirá entre un 25 y 45 céntimos por cada litro. Se traduce en un 30% respecto al precio actual. Las distribuidoras difieren un poco en estos valores, estableciéndolos entre un 15 y 25 céntimos por litro.
Es claramente esperable que un aumento en el coste del combustible derrame en aumentos en el transporte tanto de personas como de mercancías. Y si el transporte sube, suben los precios en general. La medida tendrá un impacto generalizado en el consumo en España. El Banco de España ha calculado que el nuevo RCDE2 podría elevar la inflación general en 0,7 puntos porcentuales en los primeros años de aplicación. Del 1,7 previsto en 2027 se pasaría a un 2,4.
El impacto será especialmente significativo en el transporte profesional, en la logística, en las actividades rurales y en los hogares vulnerables.
Los transportistas alertan de los riesgos de esta medida comunitaria
El sector del transporte ha hecho oír su voz acerca del riesgo que la puesta en vigor de esta medida comunitaria tendrá en España. Advierte que los aumentos de combustibles que se han anunciado serán un duro golpe que sufrirá todo el pueblo español. El presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías, Carmelo González, ha advertido que la medida tendrá un efecto “brutal” sobre los costes y el consumo en general. Se desencadenará una subida general de las tarifas y entienden que la inflación irá en aumento.
¿Cuáles son las alternativas disponibles?
Consciente de este impacto de la medida de ampliación del RCDE2 sobre la economía general, la Comisión Europea recomienda acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica. Por su parte las asociaciones de automovilistas europeos, aconsejan promocionar más el nuevo combustible E20, que tendrá un precio más competitivo.
