En el sistema de tráfico español existe una jerarquía entre señales que marca prioridades. El respeto a esta jerarquía es indispensable para evitar conflictos, multas y, especialmente, para garantizar la fluidez en el tráfico en entornos seguros. En el punto más alto de esta jerarquía se encuentran las órdenes directas de los agentes de tráfico o de miembros de la Guardia Civil. Estas órdenes prevalecen sobre cualquier otra señal, sean marcas en las vías, señales luminosas o verticales.
El agente de tráfico puede realizar señales gestuales con manos y brazos, acústicas, mediante silbatos o con paneles luminosos que se exhiben en vehículos oficiales. Cualquiera de estas señales implica obligatoriedad de actual de acuerdo con lo que el agente indica. Los usuarios de las vías públicas deben acatarlas inmediatamente, sin cuestionamientos. Si el agente con sus señales contradice otras, por ejemplo las luces del semáforo, siempre la prioridad para la obediencia la tiene el agente que está regulando o controlando el tráfico.
Esta prioridad se basa en el principio de autoridad que se impone en situaciones en las que es necesario adaptar el tráfico a eventos puntuales que no pueden ser previstos en la señalización fija. El Reglamento General de Circulación establece que esta jerarquía se aplica tanto en vías urbanas como interurbanas.
Brazos levantados en línea horizontal: ¿qué significa esta señal de un agente?
Si bien no es una señal que los agentes realicen muy frecuentemente, es muy importante conocer qué indica. Es una de esas indicaciones que deben ser respetadas inmediatamente, por lo que la reacción de los conductores debe ser instantánea. No hay tiempo para dudas ni para consultas. Cuando un agente de tráfico levanta los dos brazos significa que todos los coches que están circulando en marcha perpendicular a los brazos deben detenerse.
No importa el sentido de la marcha, la señal indica un alto obligatorio. Si no existe línea de detención, los conductores deben parar sus vehículos ante el policía. No se debe reanudar la marcha hasta que el agente lo indique explícitamente o cambie la señal. Si el agente realiza la señal en una intersección, tanto los vehículos que vienen por delante como los que circulan por detrás del agente tienen la obligación de frenar. Pueden continuar la marcha los que se aproximen por los costados, es decir en paralelo a los brazos.
¿Cuándo se usa esa señal de brazos extendidos horizontalmente?
Es común encontrar agentes haciendo esta señal de brazos extendidos en accidentes, obras, eventos de gran afluencia de público, cortes temporales. Generalmente, se trata de situaciones que requieren regulación manual de tráfico para que la circulación no exponga a riesgos. También se usa para ordenar el paso alternativo en tramos de desvíos complejos. Hay ocasiones en las que un agente motorizado realiza la señal con un solo brazo, indicando a un vehículo en especial que se detenga. Debe ser respetada de la misma manera.
¿Cuáles son las sanciones por no obedecer esta señal de un policía?
La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial en España, Real Decreto Legislativo 6/2015, establece las sanciones para quienes no obedezcan la indicación de detenerse que marca el policía. En esta ley se tipifica como infracción grave no respetar las señales de los agentes que regulan la circulación. Jurídicamente se considera administrativa, no penal, salvo que derive en conductas delictivas de resistencia, desobediencia o peligro para la seguridad colectiva.
La sanción a la desobediencia es multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carnet de conducir. Se puede agravar si el agente considera que el comportamiento del conductor ha evidenciado conducción temeraria. La señal de brazos extendidos en sentido horizontal es reconocida de forma generalizada en los países de la UE. Forma parte del repertorio básico acordado en la Convención de Viena sobre Señalización.