Las personas que utilizan gafas literalmente llevan un sensor ambiental delante de sus ojos. En la práctica, las lentes de las gafas se empañan cuando hay humedad, atrapan el polvo que hay en el aire o cualquier otra clase de partículas. Cuando nada de esto pasa, siempre es posible que algo en nuestros dedos termine en algún punto de los cristales, como nuestras huellas.
Y si usamos o hemos usado gafas, sabemos que no hay nada más molesto que tener las gafas empañadas o manchadas, y no siempre es posible tener a mano los líquidos especiales y los paños que se recomiendan para que queden perfectamente limpias. Es por esto que se agradece cualquier consejo o recomendación para poder ver mejor.
El truco que viene de Argentina
A veces tener líquidos para limpiar las gafas y un paño de microfibras no es suficiente, y no logramos el resultado deseado. En parte esto se debe al paño mismo, aunque sea el que se indica para limpiar las gafas. Es lo que afirma una empleada de una óptica en Santiago del Estero (Argentina), a través de la cuenta @optica.ocelo24, al señalar que los paños de microfibra “con el tiempo se ensucian y lo único que hacen es dejar más grasa en el cristal”. Su recomendación es utilizar este paño exclusivamente para guardar las gafas en el estuche.
Tampoco recomienda el uso de los líquidos especiales, al menos no todos los días, porque pueden causar daños en los cristales. Para una limpieza diaria y que los cristales queden impecables, la empleada de la óptica Ocelo propone una solución sencilla y al alcance de todos: ponerse unas gotas de detergente común en los dedos:
“Hacés un poco de espuma, pones los cristales bajo el grifo, los lavas bien y los secas con un pañuelo de papel desechable”.
De esta manera podemos lograr que los cristales queden completamente limpios. De todos modos, señala la joven, con el tiempo los cristales van acumulando grasa corporal en los bordes, que no sale con facilidad.
Para evitar esto: “Retiramos el cristal, limpiamos bien todo el borde, también la parte interna, eliminamos la grasa y volvemos a colocarlo. Así quedan impecables otra vez”.
Su recomendación en estos casos es llevar las gafas a una óptica de confianza para que las limpien y las devuelvan a su estado original. Se trata de un servicio, según esta empleada, que algunas ópticas cobran y otras consideran como parte del servicio posventa, como es su caso.
Otras recomendaciones para limpiar tus gafas
Si revisamos otras páginas que hablan sobre el cuidado de las gafas, nos encontraremos con varias que siguen recomendado el uso de líquidos especiales y de paños de microfibra, aunque también podemos encontrar consejos similares a los de la joven de Santiago del Estero. Por ejemplo, algunos aconsejan utilizar un jabón neutro para lavar los cristales: una gota en cada lente, frotar con los dedos baja el agua del grifo, y luego secar con un paño de microfibra limpio.
Otras recomendaciones: usar agua fría o tibia para limpiar las lentes, nunca agua demasiado caliente, porque podemos dañar el soporte de los cristales o los recubrimientos de los lentes. Nunca hay que cometer el error de utilizar líquidos abrasivos, como los que se usan para limpiar los cristales de las ventanas; son productos que también pueden dañar los recubrimientos y las monturas.
No hay que dejar las gafas sobre la cama o en los muebles, ya que es la mejor manera de que se ensucien, o de que sufran un accidente. Cuando no las estemos usando, el sitio más aconsejable para ellas es el estuche.