El número de personas que supera la barrera de los 100 años es cada vez mayor en España, y aparentemente no va a dejar de crecer. Según el INE, 2024 cerró con 16.902 personas centenarias, de las que unas 700 superaban o siguen superando los 105 años; aunque una de ellas, la de mayor edad en el mundo, nos haya abandonado con 117 años.
María Branyas murió el 19 de agosto de 2024, con 117 años y algunos meses más, nació el 4 de marzo de 1907, pero dejó algunas muestras biológicas que investigadores españoles han analizado en busca del secreto de su longevidad.
Genética, una vida saludable… y algo más
El estudio fue posible gracias a la colaboración de la supercentenaria y de su familia, y el mismo fue coordinado por el doctor Manel Esteller, jefe del grupo de Epigenética del Cáncer del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, de Barcelona. Una de sus conclusiones fue que, al morir, la edad biológica de María era 23 años menor que su edad cronológica.
Fueron varios los factores que contribuyeron para que esta mujer estuviese a punto de alcanzar los 120 años: nunca fumó, siguió una dieta mediterránea y se mantuvo activa física y mentalmente toda su vida. A esto hay que sumar un sistema inmunológico que funcionaba muy bien, y una flora intestinal que era similar a la de una niña, detalle que contribuyó a mantenerla saludable, y que en gran medida se atribuye a un excelente hábito: comer al menos un yogur diario.
Parte del secreto de María Branyas: un yogur diario, pero no cualquier yogur
María Branyas, durante muchos años, incluyó en su dieta la ingesta de un yogur diario, aunque había días en que se podía comer dos o tres. Pero no podía ser cualquier yogur, debían ser yogures de La Fageda. Tal y como señala Manel Esteller, que fue también responsable de la investigación y mantuvo contacto con María: “Comía bastantes yogures, lo que tiene que ver con la abundante flora bacteriana”.
Esta comunidad de bacterias que se alimentaba con el yogur de La Fageda también mantenía a la anciana libre de procesos inflamatorios, lo que a su vez la protegía de distintas enfermedades.
Un yogur especial, que da sentido a la vida de mucha gente
Que fuera esta marca catalana de yogur la favorita de María Branyas lo reveló Silvia Domènech, actual directora de La Fageda, en un programa de televisión (La ventana, en la SER). También contó que poco después de publicarse la investigación en Inglaterra comenzaron a recibir llamadas de este país, ofreciendo para distribuir el yogur en Reino Unido.
La Fageda no es una empresa láctea convencional, sino producto de un proyecto social que fue impulsado por el psicólogo Cristóbal Colón y que comenzó en 1982. Ese año Colón fundó la Cooperativa La Fageda, cuyo objetivo era dar trabajo y ayudar a personas con enfermedades mentales y a miembros de otros colectivos vulnerables.
La cooperativa se dedicó inicialmente a manejar un vivero, y solo después incluyó entre sus actividades la producción de leche y su procesamiento como yogur, producto que comenzó a salir al mercado local en 1992. 43 años después, el objetivo de esta empresa continúa siendo el mismo, dar sentido a la vida de sus trabajadores; y como comenta Silvia Domènech, a propósito de María Branyas: “Quizás alargó su vida, pero sin duda mejora la de quienes trabajan aquí”.
De acuerdo con el INE, en 2030 los centenarios serán alrededor de 30.000, y en el 2050 unos 100.000. Si queremos quedar incluidos en estos números son varias las cosas que debemos hacer, o dejar de hacer, y hay una que deberíamos considerar como fundamental: comer a diario un yogur de La Fageda.
