Llegar al estacionamiento, mirar o arrancar el coche y comprobar que los ladrones se han llevado una parte de él es muy frecuente en estos últimos años. Hay piezas que tienen alta salida en el mercado negro de repuestos. Otras son valiosas por sus componentes y pueden ser exportadas clandestinamente.
Existe una red de comercio clandestino de piezas de vehículos que favorece esta modalidad de robo, que se ha vuelto popular. En algunos casos, las piezas originales ya no se fabrican o no se venden, por lo que muchos propietarios y mecánicos recurren al mercado ilícito. En otros, el valor no está en el uso como repuesto.
Los métodos para estos robos se han diversificado y dependen de la pieza que se quiera robar. Es una constante que los ladrones aprovechan la falta de vigilancia, la ausencia de cámaras de seguridad y la escasa iluminación para actuar sin ser detectados. Además del propietario del vehículo afectado por un robo, en muchos casos también se perjudican los talleres mecánicos y comerciantes legales, que enfrentan competencia desleal que venden los repuestos a precios muy bajos.
Los catalizadores ocupan el primer lugar en el ranking de las piezas de autos más robadas en España. Aunque los motivos por los que los roban son bien diferentes a los que mueven a los delincuentes a llevarse otras piezas.
¿Por qué los ladrones de coches apuntan a los catalizadores?
Los catalizadores son el componente más atractivo para los ladrones, aunque generalmente no los roban para venderlos como repuesto de sustitución. En su interior, guardan un corazón muy valioso que es el que mueve a los delincuentes. El motivo principal de esta preferencia es el alto valor de los metales preciosos que el catalizador contiene.
Estos metales actúan como agentes químicos para reducir las emisiones contaminantes. Su valor económico es muy alto. Se estima que el gramo de esos metales puede tener un valor de entre 400 y 500 euros. El que se ha utilizado tradicionalmente es el platino. Se emplea tanto en motores diésel como de gasolina. Es muy eficaz en la reducción de óxidos de nitrógeno.
El paladio es el que más se está usando actualmente, especialmente en motores de gasolina. El rodio es el más caro de los tres. Su valor en el mercado supera ampliamente al del oro. Estos metales se integran en una estructura cerámica o metálica dentro del catalizador. Se recuperan fácilmente mediante fundición y refinado. Esto es lo que hace que los catalizadores robados tengan tanto valor en el mercado clandestino.
Facilidad para la extracción: factor clave que favorece los robos de catalizadores
Valioso y fácil de extraer. Es un combo perfecto para los ladrones. El catalizador está ubicado en el sistema de escape del vehículo. Es accesible desde el exterior. Para extraerlo, los delincuentes no necesitan herramientas sofisticadas. Basta una sierra portátil u otra herramienta de corte para llevarse el catalizador en menos de dos minutos. En vehículos muy bajos usan el gato. Los SUV, las furgonetas y los todoterrenos son especialmente cómodos para los delincuentes por su mayor altura.
¿Cuáles son los consejos de la policía para prevenir el robo del catalizador?
Ante la ola creciente de robos de catalizadores, la Policía Nacional ha emitido varias recomendaciones para prevenir la sustracción. Entre las medidas más destacadas se encuentra la sugerencia de marcar el catalizador con el número de matrícula o el VIN del vehículo utilizando grabado o pintura resistente al calor. Es una medida que puede frenar el avance del mercado negro, o, por lo menos lo hace un poco más trabajoso para los ladrones. Asimismo, facilita la identificación de la pieza en las investigaciones.
Otra medida recomendada es instalar una plancha protectora debajo del coche. Si bien no impide totalmente el acceso a la pieza, lo complica, especialmente el desmontaje. Estacionar en lugares iluminados, cerrar las puertas de los garajes, son precauciones que pueden contribuir a evitar el robo.