Despertar con sequedad bucal en la mañana o durante la noche, es una situación que suele presentarse cuando hemos estado de fiesta y bebimos alcohol. También es frecuente en un alto porcentaje en personas mayores de 60 años, en fumadores y en quienes viven en regiones cálidas, o duermen en habitaciones muy calientes. Es una situación desagradable, despertar con la boca reseco, pastosa, los labios agrietados, dificultad para hablar y sensación de tener mal aliento, que con frecuencia se puede confirmar. La sequedad bucal nocturna no es un mal en sí, pero puede ser muy molesta, y hay maneras de evitar que se produzca.
El factor indispensable para mantener la boca húmeda
Nuestra boca se mantiene húmeda gracias a la producción constante de saliva, que es liberada a través de las glándulas salivales presentes debajo de la lengua, en el maxilar y en las parótidas. Literalmente la boca no se nos hace agua aunque producimos medio litro de saliva al día. Normalmente una persona libera entre 0,3 y 0,4 mililitros de saliva por minuto. Cuando produce una cantidad muy inferior, 0,1 mililitros, se habla de xerostomía, que es el nombre técnico para la sensación de la boca seca.
La saliva es esencial para proteger la mucosa de la cavidad bucal, para comenzar la digestión de los alimentos, tragar con facilidad, proteger la vida microbiana “aliada”, articular bien las palabras y mantener un buen aliento. Cuando disminuye su producción, las cosas comienzan a andar mal en la cavidad bucal. La saliva también nos ayuda a percibir los sabores y tiene cualidades antimicrobianas, que sirven para mantener controlada la vida microbiana no “aliada”, es decir, que no es benéfica para el organismo.
Las razones más frecuentes de la sequedad bucal nocturna
Podemos despertar con la boca reseca por razones orgánicas o por razones ambientales o externas. La primera es la que mencionamos antes, y que se conoce como xerostomía, que es cuando producimos menos saliva de la que necesitamos. Cuando dormimos, de noche o durante el día, la producción de saliva disminuye y esto contribuye a que sintamos la boca seca al despertar, algo que se puede acentuar cuando sufrimos de xerostomía, frecuente en un 40% de las personas mayores de 60 años.
Si estamos por debajo de ese rango de edad y aun así con frecuencia sentimos resequedad bucal, los factores pueden ser externos o ambientales. Una razón bastante común es la de dormir en habitaciones muy calientes. Una habitación calurosa favorece la sensación de boca seca y despertar con sed. Otras causas que favorecen la sequedad bucal son el consumo de alcohol y de tabaco. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Odontología de Kyushu, el alcohol produce sequedad bucal a cualquier hora. Lo mismo sucede cuando fumamos.
Otra razón por la que podemos despertar con la boca seca es tener la nariz tapada, o sufrir de alguna clase de obstrucción nasal que hace que durmamos con la boca abierta, que a su vez propicia la sequedad bucal. Y otra razón bastante común es que se trate del efecto colateral de algún medicamento que estemos tomando. Existen más de 400 medicamentos que producen, entre sus efectos secundarios, sequedad bucal.
Algunas recomendaciones
Beber agua antes de acostarse y poco después de levantarse. La hidratación es un factor importante en la vida diaria, y contribuye a mantener la humedad bucal. Otras recomendaciones: no fumar ni beber alcohol antes de acostarse; dormir en habitaciones frescas y bien ventiladas. Junto a ello, verificar que estamos durmiendo con la boca cerrada y que no tenemos obstrucciones nasales. También ayuda utilizar un humidificador ambiental por la noche (cuando el ambiente es demasiado seco).
Cuando la sequedad bucal nocturna persiste y no podemos identificar los motivos, lo más aconsejable es consultar con un médico.
