En el 2025 soplan vientos de restricciones en la circulación. Se han anunciado medidas que afectan a millones de conductores. Si bien las restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones se vienen aplicando de forma desigual según el municipio, hay un marco común que obliga a establecerlas. La Ley de Cambio Climático y el Real Decreto 1052/2022 son la norma básica de la que se derivan las pautas de circulación. Esta ley estableció que las ciudades de más de 50.000 habitantes y las de más de 20.000 con altos niveles de contaminación están obligados a tener una o más ZBE operativas.
Aunque hay varias ciudades que avanzan con cierto rezago en esta exigencia legal, las autoridades han insistido en esta obligación. Y amenazan con retirar aportes gubernamentales si se incumple.
Las restricciones se endurecen en las Zonas de Bajas Emisiones
Entran en el grupo de los afectados por las restricciones los coches diésel con más de 10 años. También los de gasolina anteriores a 2007. Se ha anunciado la delimitación de Nuevas Zonas de Bajas Emisiones, en las que tendrán limitaciones de circulación los vehículos con etiqueta medioambiental B. Estas medidas son las de más impacto en todo el proceso que se ha vivido en este camino hacia la sostenibilidad ambiental. Se estima que más de un 60% de los vehículos que circulan en las ciudades se verán afectados por el conjunto de nuevas reglamentaciones.
Los vehículos diésel en el foco de las exclusiones
Los vehículos más afectados son los que funcionan con diésel. Los que no tienen etiqueta medioambiental, matriculados antes de 2006, ya tienen prohibido el acceso a la mayoría de las ZBE de ciudades como Madrid, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Bilbao, Sevilla, entre otras. En la práctica, también en algunos municipios se está empezando a restringir la circulación de los de diésel con etiqueta B. Son los matriculados entre el 2006 y el 2013, que no alcanzan los estándares más exigentes de emisiones.
Se estima que más del 30% de los vehículos diésel que circulan en la actualidad tienen asignada la etiqueta B. Por tanto, van quedando fuera del sistema. Por ahora siguen circulando los que llevan la etiqueta C, matriculados a partir del 2014. Sin embargo, se están anunciando algunas restricciones también para estos vehículos a las zonas de protección especial o durante momentos de alta contaminación.
Los de diésel con etiqueta ECO y Cero Emisiones por ahora mantienen el acceso, aunque se anticipan regulaciones en el estacionamiento.
Coches y furgonetas de gasolina con etiqueta B en la mira de las exclusiones
Aunque se anticipaba, parecía que estaba muy lejano aún, pero no es así. En 2025, los vehículos con etiqueta B, matriculados entre 2001 y 2005, tienen también restricciones en varias ciudades. Siempre en el marco de las Zonas de Bajas Emisiones. Aunque no existe uniformidad en todo el país, la tendencia no deja lugar a dudas. Se avanza paulatinamente hacia su limitación progresiva. En ciudades como Madrid, Bilbao, Getafe, por ejemplo, los vehículos con etiqueta B ya no pueden circular libremente por las ZBE en horarios laborales, especialmente entre la 7:00 y las 20:00.
En algunos casos se admiten excepciones en base al empadronamiento del conductor y el aparcamiento del que dispone. Además, estos vehículos con etiqueta B están excluidos de beneficios como estacionamiento preferente o exención de peajes urbanos.
¿Hay multas para los infractores?
Los controles de cumplimiento de las restricciones de circulación se realizan por medios automatizados y hay sanciones económicas. El sistema de vigilancia se basa en cámaras que tienen tecnología de reconocimiento de matrículas.
Las multas por el incumplimiento de las restricciones ascienden a 200 euros. La Ley de Tráfico y Seguridad Vial considera que ingresar entrar a una ZBE es una falta grave. La DGT sigue con paso seguro acompañando las disposiciones de la UE tras el logro de las ambiciosas metas. Más de 10 millones de vehículos ya están padeciendo estas limitaciones de circulación.
