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Ni inglés ni español: se compra un piso en Canarias… y esto es lo que se ve obligada a hacer para entender a sus vecinos

por Paco Magar
12 de septiembre de 2025
Ni inglés ni español: se compra un piso en Canarias

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Las islas Canarias se han convertido en el destino soñado de una gran cantidad de jubilados de Reino Unido, Alemania, y en tiempos más recientes de ciudadanos procedentes de Polonia y hasta de Rusia. Esto ha generado muchos beneficios económicos a las islas, y favorecido el desarrollo inmobiliario, pero también está creando situaciones inéditas.

Hace dos años, en el 34% de la compraventa de viviendas en estas islas estuvieron involucrados ciudadanos extranjeros, una de cada tres viviendas; lo que explica por qué hay zonas de las islas donde el idioma dominante no es el español, sino el inglés o el alemán.

Una junta de vecinos en lengua alemana, en Canarias

Con estos antecedentes es hasta lógica una situación que a primera vista puede parecer surrealista, la de una joven que compró una vivienda en Santa Úrsula, Tenerife, y que al asistir a su primera reunión de la junta de vecinos no comprendió absolutamente nada porque era en alemán, aunque poco después comenzó la traducción al español.

Fue en ese momento cuando la nueva vecina se enteró de que con ella son tres los propietarios en esta comunidad de 30 vecinos los que hablan español, y que el resto son alemanes, polacos y rusos que viven seis meses al año en Tenerife y el resto en sus países de origen.

La sorpresa no acabó allí. La nueva propietaria también se enteró de que en las primeras juntas de vecinos se decidió que la lengua en las juntas sería el alemán, porque la mayoría de los vecinos son de esta nacionalidad. También se decidió que habría traducción al español, pero esta debería ser pagada por los hispanoparlantes.

Por esta razón, nuestra amiga, que prefirió no revelar su nombre, debe incluir entre sus gastos mensuales 200 euros por concepto de traducción de las juntas de vecinos: “Cuando vi que se empezaba a hablar en alemán y se traducía al español me quedé flipando”.

Una situación bastante normal en España

Lo que está viviendo esta vecina ya hace años que no es una situación excepcional en regiones de España como Canarias, Baleares, Comunidad Valenciana o Andalucía, pero no deja de ser bastante significativo, tal y como lo señala: “Es surrealista pagar para entender lo que se decide en tu propio país”.

El complejo habitacional donde compró esta vecina fue construido con capital alemán, y la mayoría de sus residentes proceden de Berlín, lo que explica la preponderancia de este idioma, y nuestra amiga debió informarse un poco antes de comprar para no encontrarse con esta sorpresa, y con este gasto inesperado.

Otro detalle del que se enteró después de comprar es que el peso del voto de cada vecino depende del tamaño de la vivienda: “No tengo vínculos con mis vecinos, es muy difícil cambiar lo que ya había, y encima el voto cuenta según los metros cuadrados del piso. El mío tiene 74, así que poco puedo hacer”.

Cosas que hacer en una comunidad de vecinos multilingüe

Aunque se trata de una situación normal en Baleares y Canarias, en donde muchas comunidades de vecinos tienen como lengua común el inglés o el alemán, no deja de ser inquietante. De acuerdo con el profesor Carlos Mendoza, de la Universidad de La Laguna, existe una tendencia en las islas a formar guetos de lujos, con residentes extranjeros, y a que haya un desplazamiento de la población canaria de sus barrios tradicionales.

En todo caso, si vamos a comprar un piso en una comunidad de vecinos multilingüe, conviene prestar atención a la letra pequeña de los contratos y pedir algunas aclaratorias antes de cerrar el negocio. Por ejemplo, saber en qué idioma serán las juntas de vecinos, y si la convivencia con residentes extranjeros implica gastos y pagos extraordinarios.

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