A pesar de los esfuerzos que se están haciendo en distintos sectores de la sociedad europea, la emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero sigue siendo un grave problema para la salud y para el futuro del planeta. En Europa, el principal emisor de estos gases sigue siendo el sector energético, pero es seguido muy de cerca por el sector transporte.
En 2023 más del 27% de la producción de gases contaminantes fue causada por el sector de suministro de energía, y el transporte por carretera fue responsable de casi el 24%, bastante por encima del sector industrial. Es por motivos como este que las medidas para controlar las emisiones se están haciendo más estrictas.
Malas noticias para los conductores de vehículos diésel
Una de las maneras más eficientes de controlar las emisiones de gases contaminantes es a través de las inspecciones periódicas, a las que deben someterse los vehículos automotores, las ITV, y es ahí donde parece haber puesto el ojo la Unión Europea. En los próximos meses, las estaciones ITV serán más estrictas en el control de las emisiones, especialmente en el de una pieza de los vehículos diésel que no siempre cumple con sus funciones.
Las revisiones se enfocarán sobre todo en los vehículos con más de 10 años matriculados entre 2011 y 2015, a los que corresponden las normativas Euro 4 y Euro 5. En estos vehículos los sistemas de filtración de partículas a menudo no están operativos, o no funcionan bien.
Cómo funcionará el nuevo control del sistema de filtración de partículas
Desde 2009 en la Inspección Técnica de Vehículos se mide la emisión de partículas, durante 30 segundos y con el motor sin acelerar, y se exige que los coches con motor diésel tengan un filtro de partículas adicional. Además de esta medición, en países como Alemania, Países Bajos y Suiza, los técnicos de la ITV deben revisar en qué condiciones se encuentra el filtro, y si ha sido manipulado o anulado, especialmente en vehículos matriculados entre 2011 y 2015.
Si el filtro fue trucado, manipulado o simplemente anulado, y está allí solo como objeto decorativo, nuestro vehículo no pasará la revisión, y por lo tanto no podrá seguir circulando. Los filtros para vehículos diésel comenzaron a ser obligatorios a partir de 2009, pero en los primeros años la adaptación de filtros a estos motores podía crear fallos técnicos o afectar el desempeño del motor. Los filtros se obstruían o no funcionaban bien y fueron muchos los conductores que simplemente anularon el sistema.
A esto hay que sumar que, en el caso de algunos modelos de coches, los filtros que utilizaban dejaron de producirse y los propietarios dejaron de preocuparse por buscarlos, porque los vehículos lograban pasar las revisiones en la ITV. Pero este nuevo procedimiento que, como dijimos ya se aplica en varios países de la UE, detectará los filtros que no funcionan y cualquier truco que se haya implementado en los vehículos para evadir su uso.
Esta medida pronto comenzará a aplicarse en España, donde los vehículos tienen un promedio de 15 años de haber sido matriculados, lo que los coloca en el foco de estas inspecciones.
Si no pasamos la ITV del filtro qué nos corresponde hacer
Si nuestro sistema de filtración no funciona, tenemos dos posibles opciones, y ninguna es agradable o económica:
- Instalar un sistema de filtración de partículas nuevo, que funcione.
- Si no es posible instalar un sistema anticontaminación que funcione, dar de baja el vehículo y comprar uno nuevo, o al menos uno un poco más nuevo.
Podemos adelantar que esta nueva medida en Alemania ya hizo que fueran dados de baja medio millón de vehículos con motores diésel. Es probable que la cosecha en España sea igual o mayor.
