Lo hemos visto en documentales y tal vez en alguna película romántica, en la que una pareja camina por la playa y sus huellas brillan, u observan en medio de una noche oscura cómo las olas dejan un rastro luminoso en la arena. Es una imagen que enseguida nos lleva a playas en el Caribe, o a islas como Maldivas, en el Índico. Pero no hay que ir tan lejos para disfrutar de este fenómeno y, si por casualidad estuvimos en alguna playa de Galicia este verano, de Murcia o de Cádiz, quizás tuvimos la oportunidad de disfrutar de este maravilloso fenómeno natural. O peor, lo tuvimos muy cerca y no nos enteramos por no alejarnos del chiringuito.
La bioluminiscencia
Es como se llama a los fenómenos luminosos que son resultados de actividad biológica o, en otras palabras, cuando animales o plantas producen luz. En los grandes abismos marinos existen varias especies que pueden emitir luz, pero la especie responsable de iluminar la arena y grandes extensiones de playa es Noctiluca scintillans. Se trata de un microscópico dinoflagelado marino que en determinadas épocas forma grandes concentraciones cerca de la costa.
Este microorganismo posee un compuesto llamado luciferina, que a través de una reacción química en la que interviene el oxígeno, puede producir una luz tenue.
7 playas españolas que brillan en la noche
En Galicia a este fenómeno se le da el nombre de “mar de ardora” (los ingleses le dicen “Milky Seas”), y suele manifestarse en las playas de la Costa da Morte durante algunas noches veraniegas. Las cinco playas de Galicia donde es posible observar el “mar de ardora” son: Playa de Balarés (Ponteceso), Playa de Os Riás (Malpica), Playa de Rebordelo (Cabana de Bergantiños), Playa de O Ézaro (Dumbría) y Playa de Carnota (Carnota), todas en A Coruña.
Las otras dos playas donde se reportan en verano fenómenos de bioluminiscencia son Playa de Levante (La Línea de la Concepción, Cádiz), y Playa de Águilas (Águila, Murcia).
Otros avistamientos de “mar de ardora” en la península
También se ha reportado el “mar de ardora” en otras playas de Galicia, como en Playa de Figueiras, en islas Cíes; en Playa de A Lanzada, entre Sanxenxo y O Grove; y en Playa de Queiruga, en Porto do Son.
Cómo disfrutar de la bioluminiscencia
Quizás tengamos suerte y en los pocos días que restan del verano, si seguimos cerca de alguna de las playas antes mencionadas, tengamos oportunidad de admirar este espectáculo que nos ofrece la naturaleza. Vale la pena informarse sobre las condiciones de oleaje las noches que nos resten para intentar sorprender este fenómeno: un oleaje revuelto favorece la presencia de luces azuladas.
También se puede echar un vistazo en las redes sociales, por si alguien ya lo ha observado en noches anteriores, y dónde ocurrió. Es aconsejable llegar a la playa con luz natural y escoger un sitio alejado de faroles, casas o chiringuitos. Mientras mayor sea la oscuridad, más nítida será la bioluminiscencia, y más posibilidades habrá de fotografiarla.
También podemos caminar por la zona donde las olas lamen la arena y ver cómo nuestras huellas se iluminan, e imaginar lo que deben haber sentido los primeros seres humanos que observaron el brillo mágico del mar.
Seres vivos que brillan en la oscuridad
Los microorganismos que crean el “mar de ardora” no tienen la exclusividad en el manejo de la bioluminiscencia. Este curioso fenómeno como todos sabemos también está presente en las luciérnagas, y en una gran variedad de especies marinas: calamares, medusas, tiburones, varios tipos de peces. Y también tortugas marinas, varias especies de escorpiones, gusanos y hasta un hongo.
