Se dice que algo vale unas cuantas monedas para señalar que es muy barato, o vale poco, pues por lo general las monedas representan los valores más bajos del dinero en efectivo. Esto no siempre ha sido así, hubo tiempos en los que circularon monedas que tenían mucho valor, y cuya posesión se atesoraba.
Actualmente hay monedas extremadamente valiosas, pero porque son piezas de colección y buscadas por coleccionistas dispuestos a pagar lo que sea por ellas. Esto es lo que sucede con aquellas que han dejado de circular, que pueden valer miles de euros, y otras más antiguas, que se cotizan en millones de euros.
Una moneda de 100 escudos que vale 2 millones de euros
En numismática (colección de monedas), muchas pasan por una historia parecida: son monedas de poco valor que con el tiempo y por una serie de detalles y características se vuelven muy apreciadas entre los coleccionistas. Este ejemplo lo tenemos con las pesetas o con los primeros euros acuñados en los distintos países miembros de la UE.
Pero hay también monedas que fueron muy valiosas desde el principio, como sucede con el centén, la moneda de 100 escudos acuñada en el siglo XVI, durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, también conocidas como centenes segovianos.
Son monedas de oro de las que se acuñaron muy pocas unidades, y se cree que se utilizaron más como un símbolo de reconocimiento y de riqueza que como una moneda para adquirir objetos u otras cosas. Se encuentran entre las monedas de oro más grandes de la historia y pueden llegar a valer cerca de dos millones de euros.
No es una pieza que vayamos a encontrar en el bolsillo de un pantalón, extraviada en un cajón, o que vamos a recibir por accidente en el cambio en un supermercado, pero pueden ser parte de una colección familiar.
Cómo son los centenes segovianos
Se les dice así porque fueron acuñadas en el Real Ingenio de Segovia, entre 1609 y 1633, y en 1682. En cada caso se acuñaron menos de una decena, lo que las hace aún más valiosas, y de hecho, las pocas que se conocen actualmente se encuentran en lugares como el Museo Arqueológico Nacional o de coleccionistas muy ricos.
El centén segoviano de 100 escudos, acuñado en 1609, presenta las siguientes características: tiene 71 milímetros de diámetro, 339,35 gramos y está fabricada completamente de oro. La moneda muestra en su anverso el busto de Felipe III, y en el reverso el escudo real, la indicación del valor de la moneda, y una inscripción en el borde: “Philippus III Dei Gratia” (“Felipe III por la Gracia de Dios”).
Y tal como señalamos antes, es considerada la moneda más valiosa del mundo, pudiendo superar los dos millones de euros en caso de aparecer alguna que ya no se encuentre en manos de museos o coleccionistas.
Qué hacer cuando tenemos una moneda muy valiosa en nuestro poder
Es improbable que en nuestra casa o en la de nuestros abuelos vayamos a encontrar uno de los centenes segovianos acuñados en 1609 o en 1633, pues en ambos casos solo se acuñaron siete monedas. Pero sí es posible que encontremos monedas como pesetas y euros que actualmente se cotizan bien entre coleccionistas, y con las que se pueden ganar algunos miles de euros.
El valor de estas monedas dependerá de las condiciones en que se encuentren, su diseño y si posee algún detalle en su acuñación que las hacen especiales. Si creemos que son valiosas, podemos llevarlas con un profesional para que las evalúe, y eventualmente ponerlas en venta en plataformas como eBay, eBid y El Mundo de la Moneda.




