Hay quienes ubican la invención del televisor a finales del siglo XIX, pero la comercialización de este aparato, durante mucho tiempo considerado el rey de la sala, comenzó en los años 40. Fue a partir de entonces cuando comenzó a evolucionar tecnológicamente, aunque de forma bastante lenta en comparación con otros electrodomésticos.
Durante décadas los televisores fueron aparatos muy pesados, de grandes dimensiones, generadores de calor y hasta cierto punto peligrosos. Esto cambió radicalmente con la llegada a finales de los 90 de los televisores de pantalla plana y el inicio de la televisión digital. Una opción que hoy en día nos ofrece una extraordinaria calidad de imagen, aunque no siempre,
Un televisor costoso con una imagen terrible
Es una historia que se repite con frecuencia y que también ha podido pasarnos: hacemos un esfuerzo e invertimos en una Smart TV, un televisor inteligente, para disfrutar de la mejor imagen al ver películas y nuestras series preferidas, y al encenderlo nos encontramos con imágenes de pésima calidad.
No vemos por ninguna parte esos colores intensos y profundos que irónicamente aparecían en nuestro viejo televisor, que desechamos para comprar este nuevo aparato, donde las imágenes tienen la misma calidad que la de las viejas telenovelas.
Un problema de fácil solución
No, no fuimos estafados y el televisor no vino descompuesto, se trata simplemente de un problema de configuración, y es algo que podemos resolver sin necesidad de llamar a un técnico. Los televisores vienen configurados de fábrica para reproducir imágenes con los colores más llamativos y “vibrantes”, de manera que sean más vistosos y atractivos cuando los observamos a través de las vidrieras o en las estanterías de las tiendas. Pero una cosa es verlas allí y otra hacerlo en la sala de nuestro hogar.
¿La solución? Con el mando a distancia acceder a los ajustes de imagen y buscar una opción que puede llamarse “‘Action’ Smoothing”, “Trumotion” o “Motion Control”, y desactivarla. De inmediato veremos cómo las películas recuperan su resolución de imagen original. Y ya que estamos explorando las opciones de ajustes en nuestro mando a distancia, una herramienta que es generalmente subutilizada y genera hasta cierto temor reverencial entre muchos usuarios (“¡No toques el control!”), podemos ver si nuestro televisor trae el modo “cine”.
Si es así, podemos marcar la opción “Filmmaker Mode” (“Modo Cineasta”), y podremos gozar de una imagen muy cercana a la que estaba buscando el director de la película, y la que quería ver reproducida en la pantalla de cine o en el canal de streaming, si se trata de una producción para estas plataformas.
Otras funciones que vale la pena desactivar
Los Smart TV vienen también con otra función activada cuyo objetivo es eliminar el ruido de fondo, también conocido como ruido “blanco”, que hacían los viejos televisores y que todavía es evocado en las presentaciones de las producciones de HBO. Este ruido no se produce en los nuevos televisores, y sin embargo, la función de “reducción de ruido” suele venir activada, y puede afectar la calidad del sonido. Lo mejor que podemos hacer es entrar a configuración y ajustes y desactivarla.
Y la otra función que podemos desactivar es la relacionada con la nitidez de la imagen. Los nuevos televisores traen esta función activada para ofrecer, en teoría, una imagen más clara y bien definida, pero el resultado puede ser la formación de halos en torno a las imágenes. La solución, como en los otros casos, es buscar en los ajustes de imagen y reducir al mínimo el control de nitidez, o desactivarlo.
