Un mercadillo solidario es un evento que se organiza para recaudar fondos para una organización no gubernamental o para alguna buena causa que requiere de nuestro apoyo. Generalmente, en él podemos conseguir muebles y objetos de segunda mano que se pueden comprar por precios bastante bajos.
Fue en uno de estos mercados donde Alberto descubrió un sofá en relativo buen estado y con el tamaño ideal para su sala, cuyo precio además era un verdadero chollo. Decidió comprarlo y cargó con él hasta su piso, lo que no resultó fácil, pues había que subirlo por las escaleras.
Una sorpresa entre cojines de este sofá
Una vez en casa, procedió a retirar los cojines para limpiarlo, y fue entonces cuando descubrió varios fajos de billetes: 300 billetes nuevos de 20 euros, es decir, 6.000 euros. Este descubrimiento es otra evidencia de lo importante que es limpiar el sofá a fondo de vez en cuando, aunque lo habitual sea encontrar migas de pan y con suerte una moneda de dos euros.
Alberto compró un sofá y prácticamente se ganó la lotería, pero en vez de ir a celebrarlo lo que hizo fue acudir al puesto policial más cercano y entregar el dinero para que se abra una investigación.
¿Hizo lo correcto? Así es, de acuerdo con el Código Civil, si encontramos dinero o un objeto perdido es nuestra obligación llevarlo a la oficina del ayuntamiento o al puesto policial o cuartel de la guardia civil más cercano, para allí comenzar los pasos para conseguir a su propietario. Si en dos años este no aparece o no se puede determinar a quién pertenece, el dinero vuelve a manos de quien lo encontró.
En otras palabras, si en el plazo de dos años nadie reclama los 6.000 euros, el dinero quedará definitivamente en manos de Alberto. Hasta ahora el dinero no ha sido reclamado.
¿Y qué hubiera pasado si Alberto decide no esperar y se queda con el hallazgo?
No es cierto eso de que lo que se encuentra en la calle pertenece a quien lo encuentra, y mucho menos cuando se trata de dinero. Si hallamos dinero o algún objeto de valor, y en vez de reportar y entregarlo a las autoridades nos quedamos con él, podemos ponernos en una situación bastante difícil y terminar perdiendo lo encontrado. Y todo ello mientras nos enfrentamos una multa de uno a tres meses o hasta con penas de prisión, si lo que encontramos tiene un valor superior a los 400 euros.
Si Alberto se hubiera quedado con los 6.000 euros, en vez de entregarlos a la autoridad más cercana, y hubiera aparecido el legítimo dueño, la compra del sofá podría haberlo llevado a la cárcel, donde podría estar de 6 meses a 2 años, por no haber hecho lo que establece el Código Civil.
Los pasos que hay que dar cuando encontramos dinero perdido
Si encontramos dinero en la calle o en el interior de un mueble adquirido en un mercadillo, como fue el caso de Alberto, debemos asumir que hay un propietario que posiblemente necesita este dinero o, si es un importe muy alto, que podemos estar en presencia de la prueba de un delito. En cualquier caso, el procedimiento correcto es el siguiente:
- Llevar el dinero encontrado a la oficina del ayuntamiento o el puesto policial o cuartel más cercano. Es importante contarlo antes y anotar dónde y cómo lo encontramos.
- Solicitar un recibo del dinero que encontramos, donde quede registrada la cantidad y nuestros datos, que es lo que va a servir de constancia de que el dinero lo encontramos nosotros.
- Esperar. Si en dos años no aparece el propietario, entonces podremos disfrutar de este regalo del azar.