No hay que ser científico ni haber llevado a cabo estudios especializados para saber que algo está pasando con el clima desde hace varios años. Vemos que las estaciones parecen comenzar antes, o no comenzar cuando debieran, las lluvias no llegan a tiempo y cuando llegan no se quieren ir, y cada año parece hacer más calor.
No es solo una sensación, desde hace años gran parte de la comunidad científica viene advirtiendo que hay cambios cada vez más drásticos en los patrones climáticos. Se sabe que los humanos somos los principales responsables de estos trastornos que a la larga ponen en riesgo la vida en la Tierra, empezando por la nuestra.
Las nuevas estaciones
El portal The Conversation, espacio dedicado a la difusión de información científica y académica, ha propuesto recientemente la existencia de nuevas estaciones, exclusivamente resultado de la actividad humana.
Las estaciones son períodos de tiempo que se repiten regularmente cada año, en las que se mantiene un mismo rango de temperaturas, muy bajas en invierno y muy altas en verano. Todo ello acompañado por otros factores como mayor o menor presencia de lluvias, y cambios notables en la flora y en la conducta de los animales, como las grandes migraciones.
En The Conversation postulan que a las cuatro estaciones tradicionales se sumen otras que son de claro origen antropogénico, al menos en determinadas regiones del mundo. Para ello ponen como ejemplo la “estación de la neblina”, por la extensa capa de humo que se extiende por gran parte del sudeste asiático, a causa de los incendios de vegetación.
Estos incendios, relacionados con la actividad agrícola y de deforestación, generan problemas respiratorios y afectan la salud de millones de personas. Además, habrá que sumarlos a los que se producen tradicionalmente cada año en las sabanas africanas, y a los que en la actualidad se han hecho trágicamente frecuentes en Europa y Norteamérica.
Y otra estación que amenaza con extenderse es la “temporada de basura”, que ocurre en Indonesia entre noviembre y marzo.
Durante estos meses, las costas de Indonesia se llenan de desechos plásticos y otros productos de origen antrópico, que llegan a las playas en mayor proporción que en otras épocas del año, y se han hecho tan regulares como las estaciones tradicionales.
El trastorno en las estaciones tradicionales
No solo están apareciendo nuevas estaciones indeseables, sino que las tradicionales se han visto severamente alteradas. Sabemos que cada vez los inviernos son más cortos y los veranos tienden a ser más largos. Y en medio de estas estaciones alteradas, se producen períodos cada vez más frecuentes de temperaturas extremas, altas y bajas.
Los científicos actualmente hablan de “estaciones arrítmicas” para referirse a los cambios en los tiempos que se están produciendo en las estaciones. Se trata de veranos más largos, primaveras que llegan antes de tiempo y estaciones de invierno y de otoño mucho más cortas.
También hablan de “estaciones sincopadas” para referirse a estas estaciones que pueden ser muy breves e intensas, como el caso del otoño y la primavera. Estos cambios en el clima afectan la flora y la fauna silvestre, al adelantar o postergar los períodos de floración y al alterar los patrones migratorios. De la misma forma afectan actividades humanas esenciales, como la agricultura y la ganadería.
Las grandes sequías y las lluvias intensas destruyen cosechas y matan animales por falta de agua o por las inundaciones. Las lluvias demasiado intensas erosionan los suelos agrícolas, y las sequías demasiado prolongadas agotan las fuentes de agua y, asociadas con otras actividades humanas como la construcción de embalses, pueden causar la muerte de ríos y lagos.
Va siendo hora de aceptar que nuestro modelo de desarrollo debe cambiar, o deberemos adaptarnos a condiciones ambientales cada vez más hostiles.
