Bajo la superficie de la Tierra yace gran parte de la historia de la humanidad. El interior del planeta es como un gran y misterioso archivo en el que duermen vestigios del pasado del mundo.
El dinamismo de la Tierra ha propiciado estos ocultamientos. Las capas terrestres acumuladas durante miles de años han cubierto huellas de civilizaciones antiguas, restos de culturas apenas conocidas, de formas de vida de seres que ya no existen.
El interior profundo es una fuente de información a la que los científicos acuden cuando encuentran indicios de esas evidencias materiales. Esas huellas del pasado pueden contribuir a explicar la evolución de las especies y del hombre, de sus formas de vida, de sus hábitats, y del mundo aún antes de la presencia humana.
Muchos de estos hallazgos importantes ocurren por casualidad, cuando con motivo de una construcción o de una plantación, por ejemplo, se realiza alguna excavación. Otros obedecen a búsquedas intencionales.
En esta dinámica de revelaciones y descubrimientos, un grupo de paleontólogos realizó descubrimientos que prueban la existencia en Girona de una especie propia de América y Asia.
Girona desvela el misterio de un mamífero que vivió hace 2,6 millones de años
El mes de julio del 2025 quedará marcado en el calendario de la evolución de las especies. En ese mes, los investigadores anunciaron el descubrimiento de un fósil del Plioceno.
El hallazgo se realizó en el yacimiento de Camp dels Ninots, en Caldes de Malavalla, Girona. Se trata de un mamífero pequeño, una especie de topo, el Vulcanoscaptor ninoti. El descubrimiento de sus restos que datan de aproximadamente 2,6 millones de años, revoluciona la teoría de cómo se movieron los mamíferos por el planeta.
¿Qué características tiene el Vulcanoscaptor ninoti?
Los fósiles encontrados integran el esqueleto de topo más completo hallado en Europa. Tiene la mandíbula con dientes, el tronco y las extremidades conectados.
El entorno en el que estaba oculto el esqueleto favoreció su preservación. Estaba dentro de un volcán, en un lago interior del cráter. Este contexto protegió al esqueleto y por eso se conservaron estructuras delicadas, como las falanges.
Morfológicamente sus huesos corresponden a un topo, con una adaptación para la excavación. Podría haber tenido también alguna capacidad acuática.
¿Cuál es el impacto del descubrimiento del topo para la ciencia?
La microtomografía computarizada fue clave en el proceso. El fósil fue escaneado con esta tecnología, que permitió reconstruirlo en 3D sin dañar el original.
Los científicos han determinado que pertenece a una tribu de topos que se encuentra solo en América del Norte y Asia. Esto permite suponer que hubo migraciones entre los continentes hace millones de años.
Y aquí se instala la polémica en la que se intenta explicar cómo se desplazaban los mamíferos entre los continentes en la prehistoria. Una de las hipótesis que se ha difundido habla de puentes o rutas terrestres que unían los continentes.
Estos caminos habrían propiciado los desplazamientos de especies entre Eurasia y América del norte.
No solo se han encontrado estos topos fuera de sus territorios habituales, sino que también esos desplazamientos han explicado los lugares de descubrimientos de fósiles de otras especies.
Una vez más ha quedado en evidencia que el yacimiento Camp Dels Ninots encierra un enorme potencial histórico y paleontológico. En atención a esta riqueza, ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya en 2015.
Estos vestigios escondidos bajo la tierra, recuerdan al hombre que el suelo que pisa no es un espacio vacío sino un inmenso cofre que guarda secretos. Además, le demuestra qué poco conoce de su pasado.
El descubrimiento en Girona del esqueleto de este animal típico de América es un nuevo desafío para la comunidad científica que abre nuevas puertas de investigación.