En los helados suele verse un alimento, casi golosina, refrescante que no puede faltar en el verano. Sin embargo, su historia marca una evolución de su presencia entre la gente. En sus orígenes tomar un helado era un lujo al que solo accedían las personas de alto nivel social y económico. Se elaboraba en épocas antiguas con nieve natural, a la que se mezclaba miel o frutas.
Con el paso del tiempo, con los avances en las técnicas de conservación del frío, el helado pasó a formar parte de la vida del común de las personas, especialmente en las ciudades. Y se vende ya en supermercados. El siglo XX fue clave para este producto. La industrialización permitió el surgimiento de las primeras cadenas comerciales de helados. Se vivió una explosión en su expansión. Se volvió accesible, tanto en distribución como en precio.
Helados Camay: una marca que dejó huellas
Después de la transición política, las personas soñaban con la libertad e imaginaban una vida colorida, llena de sabor y aromas. En ese contexto de los años 80 y 90 los helados eran parte de esos pequeños placeres que la modernidad trajo a la sociedad. Las grandes marcas lideraron el sector y dominaron el mercado español. Una de ellas fue Helados Camay. Para muchos son parte imborrable de los recuerdos del verano ligados a esas épocas.
La marca ofrecía una buena diversidad de productos y tuvo muy buena presencia en las heladerías, quioscos y bares de España. Una de sus estrategias para atraer al público joven era sus originales diseños. Los Chupi Chupi, el Comtessa o el Pirulo Helicóptero supieron alegrar a esa generación joven y alimentar su imaginación y su sociabilidad, además de su cuerpo.
Después de años de reinado, Camay fue absorbida por Nestlé, y se terminó su presencia como marca independiente. Pasó a llamarse Helados Camy. Sin embargo, aún perdura en la memoria de muchos milenials que los preserva asociados a la felicidad de aquellos años.
Muere Camy, se impone Nestlé
En la evolución del sistema empresarial, Camy desapareció del mercado y dejó paso a Helados Nestlé. No obstante, la compañía continuó manteniendo el logotipo del recuadro azul que era propio de Camy. Y no solo mantuvo el azul, sino que aún hoy se sigue fabricando uno de los helados de Camy: el ColaJet.
El ColaJet: un símbolo que atraviesa la historia de los helados en España
No debe haber persona de más de 40 años en España que no haya disfrutado del ColaJet. Una combinación de sabores casi extravagante fue la sensación del momento. Su fórmula combina tres sabores distribuidos en capas. La punta es de chocolate. Le sigue un tramo de limón refrescante. Y la base es sabor Coca-Cola.
El ColaJet fue lanzado al mercado por Helados Camay. Luego se mantuvo cuando la empresa fue Camy cuando Nestlé la compró. Y siguió vigente cuando la empresa decidió comercializar todos sus productos con el nombre de Helados Nestlé.
El ColaJet hoy sigue en el mercado, con la misma juventud y atracción de siempre. Mantiene su esencia original, que sigue conquistando generaciones. A su lado, Nestlé ofrece hoy el Maxibon y el Pirulo, con formas y sabores que también atrapan a los amantes de los helados.
Frigo fabricó el Frigopié
Hablar de Frigo trae a la memoria el más famoso de sus helados, el Frigopié. Su antepasado fue el Frigodedo, y, ante el éxito del invento, la marca creó el Frigopié, el mismo helado con formato diferente. También fueron muy vendidos Calippo y Drácula, dos creaciones de Frigo que aún hoy son muy consumidos.
Frigo fue absorbida por la multinacional Unilever, que se expandió a nivel mundial manteniendo la marca de origen. Miko y sus famosos Fantasmikos, Avidesa y sus Apolos, Royne, fueron marcas que también vivieron su época de gloria en España. Todas fueron absorbidas por grandes empresas que mantuvieron algunos de sus productos.
Estas son algunas marcas y helados que marcaron épocas y generaciones y que mostraron la evolución del sistema empresarial español en el que, antes igual que ahora, las grandes compañías se imponen.