Los billetes envejecen y se deterioran por el uso diario. Se arrugan se rompen, se manchan e incluso se decoloran. Es un desgaste natural que complica especialmente a quienes deben recibirlos en los comercios. Pero también se falsifican y se roban. La falsificación de papel moneda es muy frecuente, por lo que quienes están a cargo de las cajas de cobro o en bancos antes de aceptarlos verifican su autenticidad.
Si el billete está muy deteriorado esta comprobación se hace imposible, por lo que probablemente será rechazado. A medida que los billetes viejos se retiran, se sustituyen por otros con mejores medidas de seguridad. Por eso, el Banco Central de España y el Banco Central Europeo retiran regularmente los billetes deteriorados para mantener en circulación solo los que están en buen estado.
¿Por qué hay tiendas que rechazan ciertos billetes?
El Banco Central Europeo siempre está pendiente del estado de los billetes y de los factores que pueden afectarlos. Una de las advertencias que el Banco realiza es que si estos están manchados con tinta pueden ser robados.
Hay sistemas de transporte de billetes que tienen sistemas de seguridad antirrobos. Consisten en mecanismos que se disparan y entintan los billetes en caso de robos. De esta manera quedan inutilizados y los ladrones frustrados. Por lo tanto, la primera medida de seguridad para los cajeros y usuarios comunes consiste en rechazar billetes que tengan manchas de tinta.
¿Cuándo se puede sospechar que el billete será rechazado?
El ciudadano común, el que realiza las compras y paga las cuentas con efectivo, debe estar alerta a los defectos de billetes que pueden ocasionarle problemas. Un indicio que permite sospechar que el billete no es auténtico es el color deslucido y las líneas borrosas. Estos síntomas pueden estar indicando que se intentó lavarlo para quitarle la tinta del entintado antirrobo.
También serán rechazados aquellos que tienen inscripciones o pegotes encima. Hay personas que en los apuros o cuando están aburridos en esperas, usan los billetes para escribir datos a recordar o frases de cualquier tipo y hasta poemas. Es posible que si alguien intenta pagar algo con un billete así, no se lo recibirán. Arrugas, cortes intencionales, amputaciones de ángulos, humedades que vuelven pegajosos los billetes, son motivos de alerta y de rechazo.
¿Qué pasa con los que no se aceptan para los pagos?
Si una persona recibió algún billete “fallado” que fue rechazado cuando intentó usarlo, debe dirigirse al Banco Central. El Banco tiene un procedimiento claro para canjear esos billetes, siempre que cumplan determinados requisitos.
Se pueden cambiar los billetes rotos, quemados, manchados, garabateados, arrugados, desgastados. Deben tener más del 50% de la superficie original, o justificar que lo que falta fue destruido accidentalmente. El canje sea realiza en cualquier oficina del Banco Central. Hay entidades bancarias privadas que también ofrecen este servicio.
¿Cómo es el procedimiento para canjear los billetes?
Se debe presentar el billete deteriorado en el Banco. Según el caso, se acompañará de una explicación o prueba de buena fe que explique cómo fue destruido, por ejemplo, por fuego o humedad. Si el billete está manchado con tinta antirrobo, deberá realizarse previamente la denuncia policial. A continuación, el Banco probablemente lo canjeará.
El billete entregado es analizado por la Unidad de Análisis de Billetes del Banco. Si el deterioro es justificable, se le entregará uno nuevo a quien lo presentó. Es imprescindible que, además de contar el dinero que recibe, todas las personas observen detenidamente cada billete. Si detecta alguna marca sospechosa o si el billete está muy deteriorado, se sugiere no recibirlo y solicitar que se lo cambie.
Lleva un poco de tiempo, pero es una medida de seguridad a la que es necesario acostumbrarse.