Estamos en la época del año en que más coches se encuentran en carreteras y autopistas, con turistas viajando a diferentes destinos, y donde todos quieren hacer el menor número de paradas posibles. Estos datos explican por qué en cada parada para repostar gasolina tratamos de poner la mayor cantidad de combustible en el menor tiempo posible.
Los surtidores de combustible tienen un sistema de seguridad que hacen que el suministro se interrumpa cuando detecta que el tanque está lleno. Sin embargo, son muchos los conductores que ignoran esta señal y continúan poniendo combustible, para aprovechar al máximo la capacidad del depósito y detenerse menos en el camino.
Una mala costumbre que puede causar una avería
Prácticamente, todos los surtidores modernos tienen este mecanismo de seguridad que hace que el suministro se corte cuando el tanque está lleno, y esto es por una razón. Porque el resto del espacio que queda aparentemente libre en el tanque es para el flujo de los vapores que producen los combustibles fósiles.
Los coches poseen un sistema de recuperación de vapores (EVAP, por sus siglas en inglés), que evita que sean liberados al medio ambiente. Cuando insistimos en poner más combustible después de la interrupción automática, ocupamos con líquido estos espacios, y podemos dañar partes fundamentales del EVAP, como los filtros de carbón activado.
La consecuencia más evidente es que comenzaremos a sentir un fuerte olor a gasolina, y la señal visual más preocupante es que se enciende la luz roja en el salpicadero de “Check Engine”, o “revisa el motor, porque algo no está funcionando bien”. No es el tipo de señal que queremos ver durante un viaje de vacaciones.
Una reparación costosa que pudimos haber evitado
Reparar el EVAP por lo general implica reemplazar piezas como el filtro de carbón activado, que es donde se almacenan de forma temporal los vapores de la gasolina, o la válvula de purga, que es la que regula el flujo de los vapores acumulados hacia el motor. Suele ser una reparación costosa. Un problema mecánico que podemos evitar simplemente respetando el sistema de seguridad de los surtidores, y aceptando que el depósito del coche está lleno cuando el surtidor detiene el suministro.
Otras razones por las que no es recomendable llenar hasta el tope
Aunque esta razón debería bastar para que dejemos de cargar el depósito hasta más allá del tope indicado, hay otros motivos para no hacerlo. Uno de ellos es que el combustible se puede derramar, y si no lo limpiamos de inmediato es probable que la pintura del coche sufra algún tipo de deterioro. Además, estaremos creando un problema de seguridad al derramar gasolina en la estación y liberar vapores de combustible, que van a salir junto con el líquido. No olvidemos que vamos a continuar el viaje con un fuerte olor a gasolina si viajamos con las ventanillas abiertas.
Recomendaciones para aprovechar mejor el depósito del coche
En vez de forzar el llenado del depósito, con las consecuencias indeseables que ya hemos mencionado, podemos seguir algunas recomendaciones para aprovechar su capacidad durante el verano. Lo mejor es evitar las horas de calor para poner combustible y hacerlo temprano en la mañana o después de oscurecer; de esta manera hay una menor producción de gases y se puede aprovechar más la capacidad del depósito.
Otra recomendación es no dejar que el depósito se vacíe demasiado antes de volver a repostar. Esperar hasta último momento para repostar puede hacer que la bomba de la gasolina trabaje de más, y en coches viejos puede permitir el paso de residuos hacia el motor, algo que tampoco es bueno para su funcionamiento.
