El mundo de las apuestas existe y sigue prosperando en todo el mundo porque se basa en la idea, respaldada por las estadísticas, de que hay mayores posibilidades de perder que de ganarle a la casa. Ocasionalmente puede haber ganadores, personas con suerte que pueden poner en riesgo a los casinos y las agencias de lotería, pero se trata de uno en un millón.
Curiosamente, cuando alguien descubre un sistema, alguna manera de desentrañar cómo funciona un juego o, aún más difícil, cómo acertar en los resultados deportivos, las casas de apuestas consideran que estás haciendo trampa y pueden negarse a pagar, y hasta a prohibirte jugar en sus locales.
Un aficionado a los deportes que descubrió cómo ganar
Es el caso de un joven de 24 años que ganó recientemente en varios casinos una suma superior a los 700.000 euros, pero que hasta ahora no ha podido ver un centavo de sus ganancias. La información fue publicada en CBS News y parece parte del argumento de esas películas donde un joven solitario logra vencer a poderosos casinos.
Thomas McPeek es un joven que creció en los suburbios de Chicago, es un gran fans de los deportes y un profundo conocedor del desempeño de sus equipos favoritos: los Chicago Bears (futbol americano) y los Cubs (béisbol).
Este joven comenzó a apostar por sus equipos en una modalidad que se conoce como “parlay”, en el que se combinan varias apuestas y se debe acertar en todas para ganar. Para ello se aplican diferentes estrategias inspiradas en sus profundos conocimientos del desempeño de ambos equipos.
Comenzó en Indiana, en el casino Horseshoe de Hammond, donde aplicó esta estrategia, haciendo apuestas pequeñas en distintas máquinas, hasta sumar unos 26.000 euros, con los que ganó cerca de 270.000 euros. Y volvió a hacerlo en otro estado, en Iowa, en el Isle Casino en Bettendorf, donde ganó 395.000 euros.
En ambos casos los casinos se negaron a pagarle, aunque Thomas McPeek acudió a las comisiones reguladoras de apuestas en los estados de Indiana y Iowa, que decidieron respaldar a los casinos. No solo eso, el joven apostador ahora tiene prohibido el acceso a otros casinos, como es el caso del Blue Chip de Indiana
Por qué los casinos se negaron a pagarle
Los casinos aducen, para no pagar, que McPeek utilizó una estrategia que no está aceptada en las casas de juego. En Indiana simplemente señalaron que, de acuerdo con sus estatutos, existen determinados casos en los que el casino se puede negar a pagar una apuesta.
En el segundo caso, el casino de Bettendorf consideró que McPeek estructuró sus apuestas de una manera similar a otras estrategias de blanqueo de capitales, y además fue contra sus políticas de apuestas repetidas (el joven pasó más de cuatro horas asediando un sitio, repitiendo apuestas hasta obtener el resultado esperado).
McPeek dice que no hizo nada ilegal y que acudirá a los tribunales de ser necesario, para que le entreguen sus ganancias en juegos de azar, aparentemente. Sin embargo, reconoció que en muchos casos y cuando estaba haciendo apuestas múltiples, se disfrazó para no ser reconocido por las cámaras, un gesto que hace pensar que sabía que algo de lo que estaba haciendo no era completamente legal.
Detrás de esta situación hay un interesante debate. Sabemos que las casas de apuestas están pensadas por profesionales y expertos para producir ganancias a partir de nuestras pérdidas; entonces, ¿por qué ha de ser injusto o ilegal que, de vez en cuando, un conocedor como McPeek los venza en su propio juego sin alterar máquinas o alterar resultados? Cuando se descubren los secretos de un juego hay que cambiar el juego, no al jugador.
