Durante los últimos meses a los voceros del gobierno se les ha llenado la boca denunciando los abusos a menores dentro de la iglesia católica. Ésta ha pedido perdón por lo que sus hijos han hecho de horrendo ya que va en contra de lo más esencial del evangelio: “el respeto a la dignidad de los pequeños”.
Pero, la Iglesia tiene una carencia que el futuro no se lo perdonará: la falta de denuncia concreta y explicita de los numerosos abusos a menores que existen en otros ámbitos de la sociedad española especialmente de instituciones tanto publicas (es decir del Estado) como privadas (especialmente familiares).
Por los estudios que obran en nuestras manos, el Estado está haciendo poco por erradicar esta lacra que, unida a la venta de órganos de menores, sitúan a España en la cúspide de estos delitos. Aunque la Iglesia se defienda pidiendo perdón, jamás debe ocultar los delitos que se cometen desde otros ámbitos. La Iglesia, con la Doctrina Social de la Iglesia, siempre se ha caracterizado por su defensa de los derechos humanos.
Por esta razón, me acerco a una institución, “Save the Children”, que presenta un análisis de 2023 en el que revisa cerca de 400 sentencias judiciales de casos recientes de abusos sexuales contra la infancia en España. Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 115 países salvando vidas, protegiendo a los niños y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
El estudio señala que la edad media a la que empiezan los abusos son los 11 años y que en el 80,3% de los casos analizados la víctima es una niña o una adolescente. El 96% de los abusadores no tiene antecedentes penales relacionados con violencia sexual. Save the Children recuerda la necesidad de contar con juzgados especializados que garanticen los derechos de las víctimas infantiles de cualquier tipo de violencia, como son los abusos sexuales.
El 5 de octubre de 2023 afirmaba que en 8 de cada 10 (80%) casos de abusos sexuales contra la infancia el agresor es una persona del entorno familiar o conocida del niño o niña, y el 96% de los abusadores no tiene antecedentes penales relacionados con violencia sexual.
La organización recuerda que el abuso sexual es una de las formas más graves de violencia contra la infancia y adolescencia y, además, una de las más ocultas. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, en 2021 se presentaron 8.317 denuncias por delitos contra la libertad sexual que tenían como víctima a niños y adolescentes.
Estos datos son solo la punta del iceberg, ya que se estima que solo el 15 % de los casos de abuso sexual llegan a denunciarse. Todavía existe la creencia colectiva de que estos casos apenas existen y de que si un niño fuese abusado en nuestro entorno nos daríamos cuenta, pero los datos evidencian que no es así.
Save the Children recuerda que, tal y como indica la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) aprobada hace ahora dos años, es necesario que el Gobierno desarrolle una legislación específica que marque el camino para esta justicia especializada que pueda garantizar los derechos de los niños que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia, como son los abusos sexuales.
Hay estudios comparativos sobre las instituciones en las que existen los abusos sexuales a menores: La Fundación ANAR y Save the Children resaltan en sus últimos informes sobre abusos en la infancia la escasa o nula participación del clero en estas prácticas en los últimos años: Los casos de la Iglesia representan un 0,2 % de los abusos en España.
Pero otras instituciones como la familia, escuela, centros deportivos, gimnasios, centros sanitarios, campamentos e instituciones lúdicas es donde se dan la mayor parte de los casos. Por ello, la sociedad española debe presionar para que el Gobierno de en la diana de donde se producen estos casos y no desvíe la atención hacia una única institución religiosa como es la Iglesia católica.
——
(*) Profesor emérito.
