En una pequeña meseta natural situada en la ladera norte de la Sierra de Guadarrama —y dentro de la finca conocida como “La Mata del Fraile”—se halla el monasterio de Santa María de la Sierra, que ha pasado en pocos años de estar considerado como una de las ruinas más bellas de la provincia de Segovia a acoger un innovador proyecto artesanal, llamado Ábbatte, gracias a la labor de dos promotores, Salvador García Atance y Elena Goded, que se empeñaron en insuflar nueva vida a este establecimiento monástico de lejanísimo origen, 1133, cuando un obispo de Segovia, Pedro Agen, donó aquellos terrenos a los benedictinos.
Ábbatte fue ayer protagonista en la X edición de los Premios Nacionales de Artesanía, convocados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y su cátedra Fundesarte. La firma recibió el ‘Premio al Emprendimiento’, con el que se pretendía reconocer al emprendedor o empresa que hubiera destacado por la introducción de nuevos conceptos en el sector.
Ábbatte se promociona como “una firma artesanal que crea textiles hechos a mano en la abadía cisterciense de Santa María de la Sierra”. El equipo de la empresa selecciona sedas, alpacas y lanas de diversos lugares del mundo, para luego elaborar piezas de fibras naturales de alta calidad, con “un diseño basado en los efectos estructurales de los materiales”.
“Cada pieza —aseguran— está tejida de forma artesanal, de manera pausada y con un exhaustivo cuidado de los detalles, por un equipo de tejedores locales que crean objetos artísticos para la vida diaria”. Primero se hacen muestras para la fase de diseño y luego se preparan los hilos para colocarlos en los telares manuales. Una vez tejidos, se lavan a mano y se rematan.
El equipo de Ábbatte está conformado por profesionales con una larga trayectoria en el sector textil, la moda y el color, lo que se refleja en la sutileza de todas y cada una de sus piezas.
En Ábbatte también se cultivan plantas tintóreas, que forman parte de un jardín de plantas especializado. En él ha arraigado la rubia tinctorum, que tanta tradición tuvo en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama.
Por otra parte, en Santa María de la Sierra se llevan a cabo seminarios, cursos y conferencias en torno a la artesanía textil, a la moda y al color.
El jurado de los Premios Nacionales de Artesanía valoró, en el proyecto de Ábbatte, “su apuesta por integrar a tejedoras locales, formándolas con métodos artesanales, la creación de un jardín de plantas tintóreas, la reactivación de la economía local y su aportación de una visión contemporánea de la artesanía”.
La entrega de premios estuvo presidida por el ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria, quien explicó que la finalidad de estos galardones es la de ofrecer respaldo institucional a los profesionales de la artesanía. En esta décima edición de los Premios Nacionales de Artesanía se habían registrado un total de 82 candidaturas, de prácticamente todas las comunidades autónomas, de las que 15 quedaron seleccionadas como finalistas. Ábbatte acabó llevándose el ‘Premio al Emprendimiento’, y la empresa madrileña ‘Favorito Studio’ el ‘Premio Producto’.