La selección española afronta hoy (16,00 horas/Telecinco) ante Iraq en el estadio Free State de la ciudad de Bloemfontein el segundo partido de la Copa Confederaciones, un encuentro en el que la ‘roja’ quiere dejar ya sellado su pase a semifinales.
Después de su brillante estreno (5-0) ante Nueva Zelanda, el combinado asiático debería ser otro asequible escollo para la vigente campeona de Europa en su camino hacia los cruces, donde, previsiblemente, Brasil o Italia pondrán ya a los hombres de Vicente Del Bosque ante una prueba de mayor nivel.
Lo cierto es que ahora mismo España se siente invencible. Atravesando el mejor momento de su historia, con un estilo de juego reconocible y mundialmente alabado, gestado por Luis Aragonés y perpetuado por el salmantino, la selección, tanto a nivel individual, con alguno de sus jugadores, como a nivel colectivo, va dejando atrás vetustas marcas.
Así, con 11 victorias seguidas, ya es el entrenador que puede presumir de un mejor estreno como seleccionador, superando al brasileño Joao Saldaña (9). Además, David Villa se ha convertido en el segundo máximo goleador con la elástica nacional (29 tantos), igualado con Fernando Hierro, mientras que Torres, tras su ‘hat-trick’ contra Nueva Zelanda está a solo un tanto de la marca de Alfredo Di Stéfano (23 dianas).
Pero el récord que la ‘roja’ persigue con tanto ahínco y que tiene muy al alcance es el de la racha de imbatibilidad, que ya suma la cifra de 33 encuentros, situándose a solo dos de los 35 logrados por Brasil. De no perder ante Iraq y Sudáfrica, esa barrera ya sería igualada.
Para este segundo choque, el entrenador prepara algún cambio respecto al once inicial que debutó en la competición africana. Así, Albiol podría dejar su hueco en el centro de la defensa a Piqué o Marchena, mientras que Cazorla o Silva podrían sustituir a Riera en el costado izquierdo, o incluso ser titulares los dos, en el caso de que Cesc también recibiera descanso.
Enfrente, España se encontrará a una selección iraquí consciente de que donde realmente se juega el seguir en la competición es en el último compromiso, ante Nueva Zelanda. No obstante, tras su empate (0-0) frente a Sudáfrica en el partido inaugural, es importante que, en caso de perder, la derrota se produzca por el menor número de goles posibles, dado lo ajustada que va a estar esa segunda plaza del grupo.
El actual campeón de Asia, que nunca se ha enfrentado antes al combinado nacional, es uno de los reflejos del emergente fútbol de su continente, aunque afronta una de sus primeras grandes citas internacionales, ya que únicamente tiene una participación en el Mundial de México de 1986 y ha fracasado en su intento de retornar a Sudáfrica dentro de un año.
Desde abril, el mando del combinado asiático está en poder del veterano técnico Bora Milutinovic, un seleccionador experto en sacar el mejor rendimiento posible a los equipos que dirige y que ha entrenado a cinco conjuntos diferentes en otros tantos Mundiales.
En cuanto al bloque, todos los convocados evolucionan en formaciones de Asia a excepción de Hawar Mulla Mohammed, que milita en el Anorthosis chipriota, que este año ha competido en la Liga de Campeones. Sus principales figuras son el delantero Emad Mohammed, el capitán Younis Mahmoud y Nashat Akram, recién fichado por el Twente holandés.
