Las instalaciones deportivas de Segovia capital son las que son. Esta frase se ha utilizado en un buen número de ocasiones a lo largo del presente verano, porque el Instituto Municipal de Deportes no está teniendo nada fácil el poder asumir las peticiones de los conjuntos segovianos en lo que al uso de las citadas instalaciones se refiere, y menos aún cuando estos clubes comienzan a contar con equipos en categorías superiores.
Dos casos destacan por encima del resto, como son los de la Gimnástica Segoviana juvenil que la próxima campaña militará en la División de Honor, y el CD Claret que logró de manera brillante el ascenso a la Liga EBA. Y en los dos se ha producido una petición al IMD para conseguir un cambio en la sede de los encuentros tanto del equipo de fútbol como del de baloncesto, encontrándose en ambos con la misma respuesta negativa por parte del Instituto Municipal de Deportes, aunque ello implicará que el Ayuntamiento de Segovia tenga que desembolsar un dinero para acondicionar otras instalaciones.
Las soluciones
En el caso de la Gimnástica Segoviana juvenil, la solución que se le ha dado al conjunto azulgrana ha sido el acondicionamiento de uno de los dos campos de hierba artificial para que el club pueda cobrar entrada para ver los encuentros del equipo en la División de Honor juvenil, a lo que se unirá la instalación del marcador electrónico que hasta hace una semana estaba presente en el campo de La Albuera, que seguirán utilizando tanto la Segoviana de Segunda RFEF como el Unami de la Regional de Aficionados.
En el caso del baloncesto, el CD Claret solicitó al IMD el cambio de sede tanto de sus partidos como de los entrenamientos al pabellón Pedro Delgado, pero la coincidencia con los dos equipos del Segosala, tanto el de Segunda B como el de Segunda Femenina, y el Unami también de la Segunda Femenina, hacía poco viable la concesión, por lo que tras una serie de conversaciones la última propuesta ha sido la de la instalación de gradas supletorias en el pabellón Emperador Teodosio, con el fin de que el aforo de la instalación pueda subir de las trescientas a las quinientas personas, siempre teniendo en cuenta la normativa de la Junta de Castilla y León conforme vaya evolucionando la pandemia.
De cumplirse esta propuesta, la instalación volvería a contar con unas gradas supletorias después de que durante varios años lucieran cerradas y fueran desmontadas en junio del año 2009 con el fin de que pudieran practicarse en la instalación deportes como el fútbol sala.
