Señora directora:
Voláis alto y estrepitosamente sin parar, cada 13 de abril, aparecéis por arte de magia delante de las ventanas abiertas de nuestro Acueducto. Provocáis emoción entre los segovianos por ese maravilloso espectáculo gratuito de baile que nos ofrecéis volando sin parar en todas direcciones acompañado de una preciosa orquesta de sonidos.
Me abruma esa capacidad única que tenéis de permanecer volando ininterrumpidamente durante diez meses, sólo os permitís un descanso de dos meses para nidificar y cuidar a vuestros polluelos.
Estoy confinada, no me permiten ir a veros, pero os prometo que, si las medidas cambian, bajaré a visitaros y enviaros un beso enorme, todo lo alto que pueda. Si os llegara, saber que es el mío, os pertenece por tanta fidelidad a Segovia.
¿Habéis dejado ya vuestros nidos bien escondidos? ¡Cuidado! Este año tenemos algo muy raro el “Covid-19”, vino de la lejana China y es muy peligroso, nos ha azotado bien fuerte. Esconderlos bien, no me gustaría que les llegase el contagio a los polluelos.
Por favor, no abandonéis Segovia antes de que me permitan bajar a visitaros.
Un beso muy alto, lo más alto que os pueda dar.
Vuestra admiradora.
Mauri Renedo