Agrupamos en un solo artículo los ayuntamientos de Santo Tomé del Puerto formado por: La Rades, Rosuero, Siguero, Sigueruelo y Villarejo, por una parte, y el pueblo de Casla por otra. Tras la reconquista y repoblación, La Rades, Rosuero, Siguero y Villarejo fueron a engrosar el Ochavo de la Sierra y Castillejo; Sigueruelo y Casla engrosaron el Ochavo de Prádena de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, comunicados por la carretera N-110 que va de Soria a Segovia.
Los municipios de Santo Tomé del Puerto en Segovia, y la villa de Somosierra en Madrid, comparten la Peña Cebollera, donde nace el río Duratón que pasa por el término municipal de Santo Tomé del Puerto.
VILLAREJO
El pueblo de Villarejo es la cabeza y asiento del municipio que agrupa a los cinco núcleos poblacionales bajo el nombre de Santo Tomé del Puerto, poblados en conjunto por unos 340 habitantes permanentes, históricamente dedicados a la actividad agropecuaria, cuyo gentilicio es tomesanos.
Villarejo se ubica a los pies del lado norte de las estribaciones del Pico Cebollera, y extiende su caserío sobre un extenso solar entorno a una plaza donde en uno de sus laterales se levanta la iglesia, junto a la intersección de las carreteras N-1 y N-110 y contiguo al puerto de Somosierra; a escaso 52 km al nordeste de la capital provincial.

El solar que hoy ocupa Villarejo, sólo lo hace desde finales del siglo XVI, pues entonces apareció un virulento brote de peste que diezmó a más de un tercio de la población en tan solo dos meses, y los vecinos que quedaron decidieron trasladar el caserío a otro emplazamiento no contaminado.
El nombre del municipio, Santo Tomé del Puerto, no corresponde a población específica, se dice que responde a un hecho de armas muy importante en la historia de Castilla. Pues según la tradición transmitida oralmente de padres a hijos, y también recogida por Fray José de Sigüenza en su libro sobre la historia del Monasterio de El Escorial, fue en estos territorios de las faldas de Somosierra donde, el 21 de diciembre, día de Santo Tomás, desconocemos el año, tuvo lugar la decisiva batalla que expulsó a las huestes agarenas de las tierras de Castilla. Tras la batalla, se rindió homenaje al santo del día levantando una ermita en su honor. En cuanto al apellido, del Puerto, sólo indica la proximidad con el puerto de Somosierra.
Según algunos cronistas, la ermita pasó a ser una abadía bajo el nombre de Santo Tomé del Puerto de la orden de San Agustín. La referencia documental más antigua encontrada sobre este monasterio, es un documento de agosto de 1192 por el que el rey Alfonso VIII, luego llamado el de Las Navas, donó al monasterio de Santo Tomé del Puerto unas heredades en: Sepúlveda, Boceguillas, Duratón, Cerezo de Abajo, Negueruela, Bercimuel y en la zona de San Pedro de Gaíllos. El 2 de septiembre de 1231, Fernando III confirmó al monasterio todos los privilegios que habían sido concedidos por Alfonso VIII. Medio siglo después, el 2 de septiembre de 1288, don Raimundo de Losana, arzobispo de Sevilla, dotó al cenobio con las rentas de una heredad de la ciudad hispalense; a partir de entonces pasó a llamarse Santo Tomé de Segovilla. Durante el siglo XV la abadía se convirtió en priorato dependiente de la abadía de Santa María de Párraces de Segovia. Por petición de Felipe II, en 1573, el papa Gregorio XIII emitió una bula por la que la abadía pasaba a ser un priorato dependiente del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Los núcleos poblacionales de: Villarejo, Rosuero y La Rades históricamente pertenecían al cenobio de Santo Tomé de Segovilla.

La estratégica ubicación de este municipio en un cruce fundamental de caminos, y en consecuencia de batallas, pues en este punto geográfico se cruzaban: el histórico Camino Real de Madrid-Bayona, hoy carretera N-1, la carretera N-110 que va de Soria a Segovia, así como las vías pecuarias: Cañada Real Segoviana y Cañada Real Soriana Occidental de la Mesta, lo que convirtió a la población en una importante villa arriera por donde el tránsito de viajeros, ganados y mercancías era constante, lo que motivó que el convento de Santo Tomé de Segovilla regido por canónigos reglares creara la históricamente conocida como Venta Juanilla, donde los viajeros se podían cobijar, descansar y reponer fuerzas justo antes de afrontar la dura etapa de subida del puerto de Somosierra. A esta actividad también se apuntó la iniciativa privada creando posadas que daban cobijo, descanso, vituallas y asistencia técnica, a los viajeros, a sus caballerías y a los carromatos de transporte.
Estas tierras volvieron a ser teatro de operaciones de guerra a principios del siglo XIX, cuando tropas francesas se acantonaron aquí y entablaron la batalla de Somosierra que tuvo lugar el 30 de noviembre de 1808 como uno de los encuentros de armas durante la guerra de la Independencia. Las fuerzas españolas estaban apostadas en el pueblo de Somosierra sobre la cima del Puerto, teóricamente posición ventajosa, aunque fueron los franceses los que ganaron la batalla.
Patrimonio histórico-artístico de Villarejo
El sitio más antiguo del patrimonio histórico-artístico en su término municipal, son los restos –torre en pie junto a las ruinas de la iglesia– del antiguo convento de Santo Tomé de Segovilla, que se encuentra al lado oeste de la N-1, junto al aeródromo de vuelo sin motor; la iglesia de Nuestra Señora de la Natividad en el centro del pueblo construida en traza barroca con espadaña campanario. En su interior custodia una pila bautismal de traza románica perteneciente al viejo convento desamortizado en el siglo XIX.
Villarejo celebra la festividad de San Roque cada 16 de agosto, y su fiesta patronal, Nuestra Señora de la Natividad, los días 7, 8 y 9 de septiembre.
LA RADES
La Rades es una de las cinco localidades que forman el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto. Se ubica en la parte alta de las estribaciones de la Sierra de Guadarrama, frente al km 98 en el lado oeste de la carretera N-1. En la actualidad la pueblan unos 30 habitantes; y como el resto de las poblaciones mancomunadas en el Ayuntamiento, tras la reconquista de estos territorios fue repoblada por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, adscrita al Ochavo de la Sierra y Castillejo.

se contabilizaron
31 habitantes.
Por este pequeño núcleo poblacional pasan dos históricamente importantes viales ganaderos de La Mesta: La Cañada Real Segoviana y la Cañada Real Soriana Occidental, conocida en estas latitudes como Cañada de la Vereda de la Sierra.
Celebra dos fiestas anuales: San Sebastián el día 20 de enero y Santa Ana el 26 de julio. Las imágenes de ambas festividades se alojan en la ermita de Santa Ana.

ROSUERO
Rosuero es otra de las pequeñas poblaciones que forman el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto. Se ubica dentro del Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama junto a los arroyos del Carrascal y de la Garganta, a muy poca distancia al este de Villarejo. Rosuero como sus socios municipales fue repoblado por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, quedando adscrita al Ochavo de la Sierra de Castillejo.
Se cree que el nombre de Rosuero es la unión del nombre y apellido Roso Vero del cabecilla que dirigió la repoblación del lugar. En la actualidad está poblada por unos 25 habitantes.

Otra vez volvemos a encontrar coincidencias con las demás poblaciones que forman el Ayuntamiento; pues todas están al lado de las dos importantes vías pecuarias: La Cañada de la Vera de la Sierra y La Cañada Real Segoviana; y sus pobladores comparten sus vidas como trabajadores de los rebaños trashumantes de la Mesta. Rosuero, además dio albergue a un palacio de esquileo perteneciente al mayorazgo de Mariano Saenz de Cenzano. Por lo que, al desaparecer la Mesta en el primer tercio del siglo XIX, prácticamente la totalidad de estos pueblos entraron en una especie de depresión poblacional y en consecuencia económica.
Rosuero tiene una ermita con espadaña que da cobijo a una campana y advocación a San Juan Bautista, cuya festividad se celebra el día 24 de junio.
SIGUERO
El pueblo de Siguero es el cuarto componente del Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto, y al igual que los demás, fue repoblado por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. En la actualidad lo habitan unas 40 personas.
Se asienta en un terreno inclinado de norte a sur, ya en el final de la falda de la Sierra de Guadarrama, apoyándose en la carretera N-110 que va de Soria a Segovia, a escasos 48 km de la capital provincial.
La puebla de Siguero históricamente ha tenido una trayectoria convivencial, económica y social muy pareja con las otras poblaciones agrupadas en el Ayuntamiento, pues por este pueblo también pasaba la Cañada Real Soriana Occidental, conocida por estos lares como La Cañada de la Vera de la Sierra, y el empleo de sus moradores coincidía en la actividad de la trashumancia como en los pueblos limítrofes, a lo que añadimos la presencia de un palacio de esquileo y unos lavaderos de los vellones de lana, construidos en el siglo XVIII a orillas del río Duratón que nace en las estribaciones de la Peña Cebollera, término municipal de Somosierra (Madrid), y desciende por las inmediaciones de esta pequeña aldea.

Existe una peculiar costumbre de los pastores de Siguero que transitaban La Cañada de la Vera de la Sierra, nos imaginamos que será común a los pastores de toda la comarca de la sierra.
Extraían aceite destilando de las raíces y madera de los abundantes enebros en su término municipal, y lo utilizaban como uso tópico por sus bondades para humanos y animales —contra el dolor de huesos, para ahuyentar pulgas y garrapatas, y para curar la piel de las ovejas—.
Patrimonio histórico-artístico
La iglesia de San Martín de Tours de traza románica con espadaña y dos campanas, y sobre ellas el nido de cigüeña. Siguero celebra sus fiestas en mayo, Las Flores, en septiembre, La Virgen de la Varga. y el 11 de noviembre, San Martín.


SIGUERUELO
Sigueruelo es el quinto pueblo de los que forman el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto; y como los demás fue repoblado por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, y luego adscrita al Ochavo de Prádena.
Como los anteriores se ubica en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama, junto a la carretera N-110, entre Siguero y Casla, a escasos 52 km de la capital provincial. En la actualidad está poblado por unas 20 personas.
Como en el caso de las pueblas que forman el Ayuntamiento, también por Sigueruelo pasa la vía pecuaria La Cañada de la Vera de la Sierra y, por lo tanto, históricamente sus habitantes han trabajado para la industria trashumante de la Mesta.

Como patrimonio de la vecindad, tenemos la pequeña iglesia de San Sebastián reedificada a mediados del siglo XIX con espadaña, tres campanas y el sempiterno nido de cigüeña; la arquitectura popular de las viviendas con casas de mampostería y cubiertas a dos aguas con buena inclinación; el toril donde se guardaba el toro comunal que cubría las vacas de toda la vecindad, así como un potro de herrar a las bestias de trabajo; y como elemento realmente curioso, tenemos —La Enebra—, un árbol de más de 400 años que está incluido en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León.
CASLA
El pueblo de Casla se ubica en las estribaciones de la cara norte de la sierra de Guadarrama junto la carretera N-110, a escasos 50 km de la capital provincial. Horadan y riegan parte de sus tierras pequeños arroyos ayudados por la corriente del río Caslilla, afluente del río Duratón ya en tierras de Sepúlveda.
Por los restos arqueológicos encontrados en el cañón del río Caslilla: –cerámica, material lítico, objetos en hueso y de adorno–, se especula con la posibilidad de que estos territorios ya fueran habitados en tiempos tan remotos como unos 4000 años a.C. En épocas posteriores, los territorios que hoy forman el término municipal de Casla, ya fueron solar de asentamientos de tribus celtíberas dedicadas al pastoreo de bovinos y ovinos.
La villa de Casla fue repoblada tras la reconquista por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda y englobada en el Ochavo de Prádena. Se levanta sobre una ligera solana apoyada en la carretera con angostas calles, de cuyo caserío sobresale la torre campanario de la iglesia parroquial dedicada a San Pedro, construida en el siglo XIX. Alberga varios retablos de los que destaca el mayor con decoración barroca; y como ya es muy habitual en muchas otras poblaciones, en la cima de la torre se asienta un nido de cigüeña.
El nombre de la villa, Casla, se cree que viene de Casilla o Cabaña en latín vulgar, en alusión a una única edificación que existía en ese solar anterior al siglo XIII, posiblemente como refugio de pastores, que luego ocuparía la población bajo el nombre de Casla.

En la actualidad, Casla está poblada por unos 150 habitantes permanentes que históricamente han venido dedicándose a la actividad agropecuaria, y en especial a la ganadería trashumante que transitaba por la Cañada de la Vereda de la Sierra, que pasaba por su término municipal y era seguida por muchos vecinos dedicados al pastoreo de ese ganado trashumante que invernaba en tierras extremeñas o andaluzas, en el sur, y en primavera regresaba a los pastos del norte, pero ahora eso ha cambiado, y la principal actividad de los habitantes de la villa de Casla es la construcción y servicios, cuyo gentilicio es casliegos.
Como todas las poblaciones de la comarca de la Sierra, las tierras de Casla fueron reconquistadas de manos islamitas por las huestes del conde de Castilla Sancho García sobre el año 1010, y repobladas con gentes del norte peninsular y extracción cristiana por La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda y luego adscrita al Ochavo de Prádena.
Al igual que otros muchos de los pueblos de esta Comunidad de Villa y Tierra, Casla también aparece documentalmente referenciada en los archivos catedralicios sobre la distribución de rentas eclesiásticas de la diócesis y el cabildo catedralicio de Segovia en el año 1247.
Existe constancia documental del paso y estancia de tropas francesas en Casla tras la batalla de Somosierra, así como de frecuentes batidas de las partidas guerrilleras del Juan Martín el Empecinado y Juan Abad contra el ejército francés durante la guerra de la Independencia por estas latitudes. La presencia de tropas con tambores de guerra se repitió en la puebla de Casla durante las guerras carlistas y posteriormente, durante la Guerra Civil de 1936-1939.
El término municipal de Casla es históricamente una superficie boscosa donde crece abundante y variada arboleda de la que sobresalen pinos silvestres, enebros y fresnos, hábitat natural y permanente de una variada fauna con ejemplares de singular importancia ornitológica como el águila imperial, el buitre negro, el búho real y la cigüeña negra, así como el lobo ibérico, el zorro o el jabalí.

Patrimonio histórico-artístico
La iglesia parroquial dedicada a San Pedro; la ermita de Nuestra Señora de la Estrella, patrona de Casla, y el Ayuntamiento en cuanto a edificaciones; además se conserva el Vía Crucis en el camino hacia el cementerio y varias fuentes: Fuente de la Rotura, Fuente del Barranco, Fuente del Prado Enebral y la Fuente de los Enfermos.
Como patrimonio etnográfico
Casla conserva el viejo edificio de la fragua, el potro de herrar a los animales de trabajo y el frontón de pelota a mano, tan recurrente en los pueblos de Segovia.
Fiestas de Casla
Casla celebra Santa Águeda el primer fin de semana de febrero, la fiesta de San Pedro el día 29 de junio, y la Virgen de la Estrella el segundo domingo de septiembre.
Caslarock. Desde el 18 de julio de 2009 se celebra anualmente un festival de rock organizado por el Ayuntamiento. Es de entrada gratuita y cuenta con zona de acampada libre habilitada para el festival.
VILLAREJO
LA RADES
ROSUERO
SIGUERO
SIGUERUELO
CASLA
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* Juan Fco. Sanjuán Benito
www. juansanjuanbenito.es
