Los mecanismo de alarma, los protocolos de actuación ante emergencias y la coordinación de todos los agentes implicados en la seguridad del Campus María Zambrano fueron puestos ayer a prueba por primera en un simulacro de evacuación que se desarrolló de forma sorpresiva en el centro universitario a las 13.30 horas cuando profesores y alumnos estaban en clase.
La operación implicó a cerca de un millar de personas entre alumnos, profesores, personal administrativo y otros trabajadores de la Universidad, así como a agentes de policía y técnicos de Riesgos Laborales.
Desde que en Conserjería se iluminó la primera señal de aviso de una ficticia avería en el cuarto de calderas hasta que el vicerrector José Vicente Álvarez Bravo dio la orden de evacuación pasaron poco más de tres minutos. En este tiempo se revisó el estado de las calderas, se descartó la posibilidad de arreglo inmediato y se confirmó el riesgo de explosión e incendio.
Para sacar a todas las personas que había en el interior del edificio “María Zambrano” y dejarlas a salvo fuera de su perímetro se emplearon nueve minutos más.
Las alarmas acústicas interrumpieron las clases trasladando la orden de desalojo urgente a las 13,30 horas. Los profesores asumieron la responsabilidad de sacar del aula a sus alumnos y conducirlos por las vías de seguridad — trazadas en el campus según la zona y puerta más próxima—, evitando aglomeraciones. De forma escalonada se fue concentrando la información sobre el resultado de cada parte de la operación.
Los profesores dieron su parte a los responsables de cada una de las once áreas en las que se divide el mapa del centro, y estos hicieron puesta en común en los dos puntos de encuentro fijados en el exterior del campus.
Al igual que el capitán es el último en abandonar el barco, el vicerrector fue el último en salir del campus después de comprobar que todos estaban a salvo fuera.
Los registros y detalles de la operación serán evaluados en los próximos días para sacar conclusiones que muestren las virtudes y defectos del Plan de Emergencia diseñado para el edificio que entró en funcionamiento el pasado mes de septiembre. Un equipo de observadores, integrado por alumnos de Relaciones Laborales, emitirá su propio informe sobre el desarrollo del simulacro. Por lo pronto, el vicerrector hizo una evaluación positiva y felicitó a las personas que tuvieron una participación más activa.
