Los alérgicos segovianos al polen de la gramíneas, el que más estragos causa en la población, se enfrentan a las jornadas más duras del año, concentradas en las últimas semanas de mayo y el mes de junio. El proceso de polinización de estas plantas está en plena efervescencia, lo que supone una mayor presencia ambiental de los agentes agresivos que alteran significativamente la salud y hábitos de vida de miles de segovianos.
La jefa de la Unidad de Alergia del Hospital General, María Isabel Esteban, acostumbra a decir que la fiesta de San Isidro, el día 15 de mayo, marca el inicio de la temporada más crítica para los segovianos que padecen alergia al polen de gramíneas, y este año la previsión prácticamente se ha cumplido. El día 10 de mayo los medidores oficiales, que avisan a la población afectada, encendieron la luz roja al detectar índices altos de polen. El descenso de temperaturas que se registró los días siguientes dio una pequeña tregua que la pasada semana ha terminado. A partir de ese momento ha empezado a aumentar la presencia de pacientes con síntomas de alergia que acuden a las consultas de Atención Primaria y también el número de casos derivados a la unidad de alergólogos del Hospital General.
La intensidad y duración del periodo crítico que en esta provincia cerealista normalmente se alarga hasta finales del mes de junio, depende en gran medida de la pluviosidad que se registra en los últimos meses del año anterior. Precisamente la escasez de lluvias y nevadas durante el pasado otoño hizo a los expertos vaticinar una primavera moderada para los alérgicos polínicos. “Pero aunque sea una primavera de intensidad moderada los alérgicos lo pasan muy mal estos días sino cuentan con el tratamiento adecuado”, ha comentado la doctora Esteban López, explicando que hay factores que agravan los síntomas, como la contaminación atmosférica. Además, la alergóloga señala un incremento de casos de pacientes polisensibilizados a distintas sustancias (alérgenos), cuya interferencia agudiza los síntomas.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha indicado que solo un 10 por ciento de los alérgicos está sensibilizado a un único polen. De forma, que la clásica alergia estacional se está prolongando y transformando en casi perenne.
Los expertos antes se encontraban con muchas personas alérgicas al polen de las gramíneas pero ahora estos, además, pueden sufrir hipersensibilidad a las arizónicas, al plátano de sombra, a las malezas… y también se les puede complicar con los alimentos, como la mostaza, el melocotón, el melón, las manzanas o los frutos secos. Son los pacientes polisensibilizados. En este mismo sentido, la doctora Esteban López aparto otro dato: El 95 por ciento de los alérgicos a los alimentos también lo son al polen.
La conjunción de estos procesos está aumentando y complicando el trabajo en las consultas de atención especializada.
La creciente epidemia no infecciosa del siglo XXI se manifiesta en la provincia de Segovia con la entrada de 1.629 pacientes nuevos pacientes en 2011 a la Unidad de Alergia del Hospital General y un incremento de demanda de consulta de en torno a un 15 por ciento en los últimos ejercicios. Los nuevos casos se suman a las cerca de 5.000 revisiones que el equipo de alergólogos liderado por la doctora Isabel Esteban López realiza cada año a pacientes en tratamiento
Además, los casos cada vez son más complejos y aumenta el número de pacientes polisensibilizados que requieren tratamientos muy específicos. Cada persona necesita más atención porque a la hora de aplicar una medida los alergólogos deben comprobar que no interfiera en otro proceso, según las explicaciones de la doctora Esteban López.
