La Consejería de Fomento y Medio Ambiente expondrá a información pública el Plan de Rehabilitación Integral durante un periodo de tres meses, según se aprobó ayer en la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta. Esta estrategia plantea una actuación «más amplia y global». No obstante, dará continuidad a las áreas de rehabilitación integral (ARI) y renovación urbana (ARU) y presta especial atención al patrimonio cultural, a los barrios degradados y al medio rural.
Asimismo, la Junta difundirá el documento a las distintas administraciones y colectivos, ofreciéndoles la posibilidad de realizar aportaciones. De esta forma, cumple uno de los objetivos de legislatura de la Consejería, que anunció que este plan supondría una herramienta para la transición, desde una rehabilitación limitada a partes de la ciudad, a una visión más amplia y global. En ese sentido, indicó que el objetivo del plan es contribuir a un desarrollo «más sostenible», basado en la conservación, la eficiencia energética, la reutilización y la restauración. El documento plantea estrategias de actuación, programas y las herramientas de valoración de las propuestas de nuevas ARI y ARU.
El texto recoge que la rehabilitación aislada de edificios seguirá siendo uno de los ejes de actuación prioritarios. Además, señala que se impulsarán planes de rehabilitación renovación y regeneración urbana en el interior de las ciudades mediante nuevas ARI y que se dará continuidad a una política urbanística activa, en el marco del Programa Regional de Actuaciones de Urbanización.
Así pues, la rehabilitación de edificios, viviendas y conjuntos urbanos constituirá uno de los «pilares» de la política de vivienda de la Junta. Solo a través de las Áreas de Rehabilitación Integral, actualmente 58, se está consiguiendo la rehabilitación de 15.000 viviendas y espacios públicos y rurales en Castilla y León.
El Plan pretende ser el cauce para la toma de decisiones sobre rehabilitación. Para conseguirlo, se han aplicado diferentes criterios como el de potenciar el patrimonio cultural, ya que la riqueza y la diversidad del patrimonio inmobiliario de Castilla y León es uno de los factores que lo singularizan y lo cualifican. Otro de los criterios esenciales es apoyar al medio rural adecuándose a sus características: baja densidad, envejecimiento, dispersión geográfica y administrativa, carencias en infraestructura, entre otros.
Por otra parte, presta especial atención a los barrios más desfavorecidos de las ciudades ya que acumulan factores como el bajo nivel educativo, alto desempleo, escasos recursos, viviendas inadecuadas o incluso ‘infraviviendas’ y, en algunos casos, la concentración de población inmigrante con dificultades de integración.
