Óscar Varas y Manuel Agudíez, presidente y secretario respectivamente de la empresa Navicoas Asturias, se opusieron a firmar su conformidad con el acta que la Agencia Tributaria de Gijón levantó como sanción.
Como se recordará, la multa que impuso la Agencia Tributaria a Navicoas por más de 60 millones de euros se saldó finalmente con un acuerdo para pagar siete millones, y que asumió Caja Segovia solicitando un préstamo a Bankia. Para hacer frente a dicho préstamo se firmó un aval hipotecario del que depende el futuro del Torreón de Lozoya y otros inmuebles que pertenecían a Caja Segovia.
La oposición inicial con la que se postularon Óscar Varas y Manuel Agudíez está recogida en la documentación de la empresa Navicoas Asturias, correspondiente al Consejo de Administración celebrado en Madrid el 1 de febrero de 2010. En aquel Consejo hubo empate de votos, de modo que no se pudo aprobar la conformidad del acta que proponían los otros dos socios de Navicoas, que eran las empresas FCV Gijón Desarrollo Inmobiliario, representado por Francisco Cascos Alonso; e Inmobiliaria Asturiana de Colectivos, representada por Jesús Mario Llamazares Suárez.
En un Consejo de Administración posterior, celebrado el 20 de febrero, se plantea un acuerdo, por consejo de asesores de Bankia, pero se habla de que es preceptivo disponer de una aprobación por parte del Consejo de Administración de Bankia. Por este motivo desde Navicoas solicitan a la Inspección de la Agencia Tributaria, un aplazamiento para firmar los acuerdos y se retrasa el pago de la sanción.
De este modo se contradicen algunos de los testimonios dados hasta ahora ante el juez. En concreto, el que, según dijo UPyD la semana pasada, ofreció el responsable de Auditoría de Bankia, Javier Tello Bellosillo, llamado como testigo para aclarar este asunto. Según dijo éste la semana pasada —siempre con la versión del abogado de UPyD, Andrés Herzog— el responsable de la asesoría fiscal de Bankia, Javier Tello, su entidad financiera no era la responsable de asumir la deuda contraída con Hacienda por parte de la sociedad Navicoas.
Las posturas de Agudíez y Varas vienen a coincidir con lo que en su día manifestaron, tanto al juez, como a los medios de comunicación, el propio Agudíez, y el propio presidente de Caja Segovia, Atilano Soto, que señalaron que había sido la entidad Bankia la que apremió al Consejo de Administración a pedir el préstamo como «mal menor». También así se lo indicó el entonces director general de la entidad y a su vez secretario de actas, Fernando Tapias. Este mismo argumento es el que ofrecieron los demás consejeros que se encuentran imputados en esta causa.
Queda, pues, pendiente aclarar quién o quiénes fueron los que impulsaron la decisión de que Caja Segovia adoptara un cambio de actitud frente la primera propuesta en la que se rechazó la posibilidad de asumir la deuda heredada de Navicoas y que se hace, al parecer en base a informes del bufete Garrigues, que aún no ha aportado nadie.