El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, admitió ayer que el previsible incumplimiento del objetivo del déficit implicará más recortes en Sanidad y Educación.
Passos Coelho rechazó que el dictamen del Tribunal Constitucional portugués, que invalidó la supresión de las pagas extras a los funcionarios, sirva como «excusa» frente a la UE para incumplir los compromisos.
El mandatario prometió «soluciones» a este desbarajuste que se ha originado de cara a los presupuestos de 2013, si bien defendió su «programa de austeridad fiscal», en un claro aviso a Bruselas de que, para el Ejecutivo de Lisboa, existen ciertas líneas rojas.