El Real Madrid se impuso ayer por la mínima en su visita a Getafe, en un partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de liga, que permite que el conjunto madridista mantenga su ventaja de siete puntos ante el Barcelona.
Niniguno de los dos equipos consiguieron calentar el gélido encuentro que se vivió en el Coliseum Alfonso Pérez que, a pesar de las bajas temperaturas, presentó una buena entrada. El cuadro blanco, que dispuso de más ocasiones que su rival, estuvo muy fallón en los últimos metros y pasó demasiados apuros para vencer al bloque local. Al final, el gol de Ramos afianzó al Madrid en el liderato y frenó a los getafenses en su buena racha de resultados cosechados en las últimas jornadas.
El encuentro comenzó con un Getafe que dominó y que consiguió ejercer una buena presión sobre un rival escaso de ideas y con falta de claridad en los últimos metros. Así, la primera ocasión cayó del lado local; Barrada, el hombre revelación del equipo, envió por encima del larguero lo que pudo suponer el 1-0.
Los de Mourinho, al que no le gustaba lo que estaba viendo sobre el terreno de juego, despertaron en el minuto 17 gracias al tanto de Sergio Ramos. El sevillano consiguió mandar a la escuadra, con un espléndido remate de cabeza, un balón enviado tras un córner botado por Özil. Este gol no solo sirvió para abrir el marcador, sino que también cambió el guión de un duelo en el que el Real Madrid logró ser el nuevo dueño del esférico.
A partir de aquí, los locales jugaron a merced de un oponente que, sin imponer un juego brillante, se hizo con la posesión en el centro del campo y anuló el juego del conjunto getafense, que no encontró la fórmula de crearle peligro al adversario Por parte de la escuadra ‘merengue’, la tuvieron Kaká, de nuevo Ramos, Benzema y, la más clara, fue para Cristiano Ronaldo tras un saque de libre directo.
Sin embargo, las ocasiones fallidas de los madridistas volvieron a despertar a un Getafe que, tras unos minutos en los que no supo cómo reaccionar al tanto inicial, volvió a penetrar en el área defendida por Casillas para intentar lograr un empate que a punto estuvo de conseguir en los últimos instantes de la primera mitad.
Tras la reanudación, los visitantes saltaron al campo dispuestos a sentenciar un encuentro en el que no se sentían nada cómodos. Los de Mourinho enviaban balones al área intentando aprovechar los huecos que dejaba el conjunto getafense, que había adelantado ligeramente la línea de defensa.
En el 57, Cristiano Ronaldo pudo aumentar la ventaja en el marcador con un zurdazo desde fuera del área que no encontró portería. También la tuvo Benzema quien, poco después de desperdiciar una ocasión, le dejó su sitio a Higuaín.
La jugada polémica llegó en el minuto 71, cuando el árbitro se equivoca al no pitar un claro penalti por mano de Pepe. Esta jugada, que pudo suponer el empate para el Getafe, puso en pie a una grada que comenzó a clamar contra el colegiado. A partir de este momento, ambos intentaron anotar un gol, pero ninguno con demasiado peligro para la meta rival.
