Cuatro días después del naufragio del crucero Costa Concordia, las investigaciones no solo apuntan al comandante del buque, Francesco Schettino, como responsable del accidente, sino también desvelan que, además de cometer un error con la nave, se desentendió completamente de la suerte de sus tripulantes. Así, un diálogo recogido por el diario Il Corriere de la Sera desprende que el hombre fingió en sus conversaciones con la Capitanía de Puertos que continuaba a bordo de la embarcación cuando ya la había abandonado y apenas había comenzado la evacuación de los pasajeros.
Su primera conversación se registró a las 00,32 horas del sábado, cuando, según algunos testigos, el comandante ya había salido del buque siniestrado. Los agentes de la Guardia Costera le preguntaron cuántos pasajeros quedaban a bordo y él respondió que habían sido desalojadas unas 4.000 personas cuando apenas habían dejado el crucero unas 40.
«Ahora vuelvo al puente de mando», aseguró Schettino, antes de explicar que se había ido a popa, la parte trasera del barco, para «saber qué estaba pasando».
Diez minutos después, la Capitanía le pregunta cuántas personas deben ser evacuadas todavía, a lo que reconoció que no estaba a bordo del crucero. «El buque estaba apopándose (hundiéndose por la popa). Hemos abandonado el barco», admitió.
Posteriormente, el oficial de guardia le transmitió que habían sido localizados varios «cadáveres», a lo que Schettino respondió preguntándole cuántos muertos se habían confirmado. «Eso debería decírmelo usted. ¿Qué quiere hacer? ¿Quiere irse a casa? Vaya arriba y díganos qué se puede hacer, cuántas personas quedan y qué necesitan», le instaron desde tierra, a lo que Schettino respondió fingiendo que regresaba: «Está bien. Estoy yendo».
Estas conversaciones fueron negadas ayer por el propio capitán, que aseguró ante la jueza de instrucción que «nunca» abandonó la nave, al tiempo que se jactó de que salvó «miles de vidas» de pasajeros con su actuación. Tras un interrogatorio de más de tres horas, el arrestado fue sometido a un examen toxicológico para determinar si consumió alguna sustancia estupefaciente el día del naufragio.
Once muertos
Por otro lado, los equipos de rescate recuperaron los cadáveres de cinco personas fallecidas en el accidente del pasado viernes, lo que eleva a 11 el número de muertos y deja en 21 los desaparecidos. Los cuerpos de cuatro hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 50 y los 60 años, llevaban puesto el chaleco salvavidas y se encontraban en la popa del barco.
Para poder acceder al casco del buque hundido, se emplearon microcargas explosivas a cargo de efectivos de la Marina italiana.
