Los farmacéuticos de los hospitales se brindan a liderar la aplicación de medidas de ahorro en el gasto de medicamentos para contribuir a sostener el sistema sanitario público sin mermar la atención a los pacientes. “Debemos adoptar terapias que reduzcan al máximo el gasto sanitario sin pérdida de calidad y garantizando los resultados terapéuticos en salud”, declaró ayer el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, José Luis Poveda, exponiendo los retos que la crisis económica provoca al sector.
José Luis Poveda hizo estas declaraciones en la presentación de las V Jornadas de Gestión Aplicada a la Farmacia Hospitalaria, que reúnen en el parador de turismo del Real Sitio de San Ildefonso a cerca de un centenar de profesionales de toda España.
El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria valoró y consideró “necesario” el Real Decreto-ley 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. Este documento avala “las tesis impulsadas desde la Sociedad Española de Farmacia hospitalaria sobre la necesidad de que haya transparencia del gasto, contando con la colaboración de las Comunidad Autónomas”, manifestó Poveda.
La citada sociedad científica estima que el decreto reconoce el “importante papel” que está desarrollando el farmacéutico de hospital para racionalizar el gasto sin arriegar atención al paciente ya que extiende la presencia de estos profeisonales a más servicios. El decreto contempla la obligatoriedad de que exista un servicio de farmacia hospitalaria propio en centros sociosanitarios a partir de 100 camas de asistidos, tal y como se remarcó en la apertura de las jornadas patrocinadas por Gilead Sciences.
José Luis Poveda ensalzó la implicación de los responsables de las farmacias de los hospitales que llevan años aplicando estrategias de gestión eficiente y no duda que serán capaces de superar los retos derivados de la crisis. Tal y como explicaron ayer los responsables de las farmacias de grandes hospitales españoles, estos retos pasan por afrontar recortes de entre un 5 y un 10 por ciento en sus presupuestos a la vez que se incrementan los pacientes atendidos y terapias aplicadas.
La farmacia hospitalaria acapara actualmente el 40 por ciento del gasto farmacéutico del Sistema Nacional de Salud, un porcentaje que se ha incrementado en los últimos años a causa del aumento de la atención ambulatoria que se hace en estos centros. Sólo el 20 por ciento del gasto en medicamentos procede de pacientes ingresados, el resto es de pacientes diagnosticados en el hospital —pacientes oncológicos, infectados por VIH o hepatitis— que acuden a por su medicación al hospital, lo que permite un mejor control de estos pacientes y un mayor ahorro para el sistema, según comentó Poveda.
Por otra parte, el coordinador de las jornadas y director del Servicio de Farmacia Hospitalaria de la Clínica Universitaria de Navarra, Joaquín Giráldez, mostró su preocupación por el hecho de que los recortes sanitarios hacen que los servicios de farmacia “dediquen más tiempo a la gestión económica que al trabajo científico”.
Los hospitales solo utilizan el 10 % de los fármacos
Los hospitales españoles sólo utilizan entre un 7 y 10 por ciento por ciento de los medicamentos que actualmente financia el Sistema Nacional de Salud (SNS) para cubrir las necesidades terapéuticas de sus pacientes, según datos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Esta entidad cuenta con una herramienta que garantiza la financiación selectiva de nuevos fármacos siguiendo criterios de coste-eficacia.
El programa ‘Madre’ de financiación selectiva, puesto ya en marcha en el 85 por ciento de los hospitales españoles, ha evidenciado que en realidad sólo son necesarios entre un 7 y 10 por ciento de los más de 16.000 fármacos que el pasado año se presentaron en 32.000 formatos distintos.
El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, José Luis Poveda, manifestó ayer que es necesario desarrollar procesos de evaluación para evitar que se generen arsenales terapéuticos en los hospitales.
También destacó la administración de las “dosis únicas” que desde hace décadas llevan a cabo en los centros de atención especializada para mantener un efectivo equilibrio entre atención al paciente y gasto necesario. Para seguir por este camino, abogó por dosis aún más personalizadas y por trabajo en equipos multidisciplinares.
